SAN PABLO.- Entre las novedades que está deparando la campaña electoral brasileña aparece una: el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), fundado por el ex presidente Fernando Henrique Cardoso por primera vez en 20 años puede quedar fuera de la decisión electoral, del domingo.
Según van confirmando las últimas encuestas, la ambientalista Marina Silva, candidata del socialismo, entraría en segundo lugar y sería, en el balotaje, la rival de Dilma Rousseff. La ex ministra, aun cuando perdió estos últimos días el envión que obtuvo luego de reemplazar al fallecido Eduardo Campos, le lleva ventaja una ventaja a Aécio Neves, del PSDB, que parece más bien difícil de acortar.
Con 27 % de las intenciones de voto, Marina aventaja en 9 puntos al ex gobernador de Minas Gerais. Sin embargo, la disputa, puede transformarse en más reñida hacia el fin de semana, cuando los candidatos concentren el foco de sus campañas en el estado de San Pablo, donde hay más indecisos que la media nacional y más volatilidad en las preferencias. El interior de San Pablo suele ser un semillero de votos de los “Tucanos”, como se los denomina a los socialdemócratas de Cardoso
Neves defiende el legado del gobierno de Cardoso (1995-1998 y 1999-2002), tildado de neoliberal por el oficialismo pero que fue el presidente que estabilizó la economía e inició los programas sociales, ampliados luego por Luiz Inácio Lula da Silva, antecesor y mentor político de Rousseff.
Es hijo de Aecio da Cunha, que fue diputado brasileño entre 1963 y 1987, y nieto de Tancredo Neves, quien en 1985 fue el primer presidente civil electo en Brasil tras 21 años de dictadura militar y murió antes de asumir. En 1986 Neves asumió el primero de sus cuatro mandatos consecutivos como diputado. En 2001 presidió la Cámara Baja y fue en ese período en el que se forjó su fama de mujeriego y amante de la noche. Neves lo niega y atribuye esos rumores al “submundo de la bajeza política”.
Pese a todo, en 2002 se convirtió en gobernador de Minas Gerais, su estado natal, y en 2006 fue reelegido con un apoyo del 77 por ciento del electorado. En 2010 obtuvo un escaño en el Senado, mandato que todavía ostenta. (Especial)