En una medida tendiente a alentar el consumo, la presidenta Cristina Fernández anunció ayer que se incrementará de $ 2.000 a $ 2.600 la remuneración que se abona a los beneficiarios del plan “Argentina Trabaja”. Según la mandataria, la medida se pondrá en práctica a partir de noviembre. A esa suma hay que agregarle $ 233 en concepto de aporte al Monotributo. “Trabajo y dignidad, esta es la Argentina que queremos”, subrayó, durante el acto realizado en Tecnópolis.
La mandataria dedicó el final de su discurso a responder un artículo publicado por el diario “La Nación” en el que se afirmó que “casi la mitad de los trabajadores del país está en la informalidad” consigna la agencia estatal Télam. Y atado a eso, lanzó el desafío a los dirigentes opositores que en los últimos días aseguraron, a través de distintos medios, que de llegar a ser gobierno derogarían leyes sancionadas durante la actual gestión. “Muchas veces nos quieren asustar”, aseguró la mandataria antes de explicar que, como lo detalló el Ministerio de Trabajo, la cifra de trabajo no registrado en relación de dependencia asciende al 33%. A los “que asustan con el fantasma de la desocupación”, la mandataria les espetó que la Argentina tiene “la tasa en materia de desvinculación de empleo más baja de los últimos años” y remarcó que eso se debe a “la política de inclusión social”. Precisamente, el Plan “Argentina Trabaja” ha contribuido a disminuir el índice de desempleo en los principales aglomerados urbanos de la Argentina. En el caso del Gran Tucumán-Tafí Viejo, la cantidad de beneficiarios asciende a 15.000 casos, casi la misma cifra de desocupados que reportó, en su último informe, el Indec. “No fue un plan social, fue un plan de inclusión laboral en un momento de crisis”, manifestó Cristina respecto del “Argentina Trabaja”.
Las palabras que la Presidenta dedicó a “los dirigentes” estuvieron enmarcadas en un discurso en el que la jefa de Estado realizó anuncios relacionados con políticas sociales como la ampliación de los programas Nacer y Sumar, que prevén cobertura médica para niños, niñas y mujeres que no tienen obra social, y la construcción de 500 salas de jardín para chicos de 4 años que serán construidas por 15.000 cooperativistas. La Presidenta conectó ese tipo de políticas con otras como la Asignación Universal por Hijo y la Asignación para mujeres embarazadas y explicó que son parte de un proceso de “socialización, de culturalización” que va a contramano de la idea que “había decretado que el Estado no servía para nada, imperaba la ley de la selva y la ley del más fuerte”. Frente a ese tipo de leyes tácitas, promovidas por quienes consideran necesario achicar el Estado, la mandataria enfatizó: “vinimos a poner otra ley: la de la justicia, la equidad y la igualdad”.
Otro de los ejes del discurso de Cristina pasó por el anuncio del plan de construcción de las 500 salitas para niños de 4 años que estarán distribuidas a lo largo de todo el país. El trabajo será realizado por los miembros de las cooperativas que trabajan con el Ministerio de Desarrollo Social y que participan de programas que “no son asistencialistas, al contrario, son de promoción social, de movilidad social ascendente”, destacó la mandataria.