El calor es una de las peores cosas para el entrenamiento de un corredor. Por eso, si este verano querés seguir disfrutando de cada una de tus zancadas, vas a tener que tener en cuenta algunas recomendaciones, como privilegiar los lugares con árboles, beber mucha agua, elegir ropa clara y transpirable, y llevar una gorra, entre otras.
“Es cierto que los corredores estamos acostumbrados a entrenar en todos los climas, sobre todo cuando hace calor. Sin embargo, no sugiero el entrenamiento intenso cuando la temperatura de nuestro cuerpo supera los 36,5°”, dice Sergio Acuña, director de una academia de deporte aventura.
A su juicio, es mejor elegir un horario en el que el calor no sea elevado, como las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde. “Si no tenés otra opción que salir a la siesta, procurá tener en cuenta tu pulso, hacer un entrenamiento suave y, en lo posible, bajo la sombra, por los senderos de montaña”, añade el profesor de Educación Física.
Desde su perspectiva, es más productivo guardarse los entrenamientos duros para las jornadas frescas antes que salir con 40°. “No tiene sentido que nos castiguemos. Recuerden que un corredor que huye sirve para otra carrera”, concluye con humor.
La cardióloga, deportóloga y maratonista Agustina Abalsa sugiere, además, someterse a exámenes médicos. “El calor aumenta los riesgos en la salud de los hipertensos no controlados, de los pacientes con enfermedades cardíacas o respiratorias obstructivas, y de quiénes sufren anemia, diabetes, enfermedades de piel y renales”, aclara.
Según la doctora, es fundamental comer frutas y comidas que no sean pesadas, además de tomar abundante agua. “Es una necesidad que el deportista permanezca bien hidratado y alimentado, y que vigile su temperatura corporal, la cual depende de la intensidad y duración del ejercicio, de la ropa, de las prendas protectoras y de las condiciones ambientales”.
Protegé tu piel
Pasaron innumerables campañas. Y parece que, al fin, hemos interiorizado cuan importante es emplear cremas para proteger nuestra piel de los efectos del sol. Pero ¿qué pasa durante la práctica de deportes al aire libre? La cosmetóloga Lorena Fernández afirma que, al igual que cuando tomamos sol, es necesario cuidarse.
“La piel de nuestro cuerpo puede resultar perjudicada si la exponemos a los rayos solares, aunque nos encontremos en movimiento. Por ello recomiendo a los corredores que no salgan a ejercitarse entre las 12.30 y las 16”, prosigue, en coincidencia con el resto de los consultados.
“El sol, en el verano, puede ocasionar quemaduras importantes. Es fundamental emplear un protector solar con factor 30, como mínimo. La crema debe aplicarse unos 30 minutos antes de salir a trotar, y debe ser resistente al agua, debido al sudor”, agrega.
Por último, la experta dice que es necesario limpiar el rostro antes de aplicar el protector. En el caso de quiénes suelen tener inconvenientes con rozaduras, se debe usar vaselina en axilas, tobillos y en la cara interna de los muslos, que son las zonas frecuentemente afectadas.
En definitiva, cuando hace mucho calor también se puede entrenar. Sólo es cuestión de tomar unos recaudos.