“Es la estafa más importante de la historia de Tucumán”, aseguró el fiscal de Instrucción de la X° Nominación Guillermo Herrera, al justificar los pedidos de inhibición general de los bienes del financista Jorge Rigourd y la intervención judicial de sus empresas, que había solicitado y que fueron denegados por la jueza Mirta Lenis de Vera. “Con el respeto que tengo hacia la magistrada, debo decir que se ha equivocado”, aseguró el representante del Ministerio Público.
Herrera manifestó que son unas 480 las personas que denunciaron haber sido estafadas por el financista, y el monto total del dinero que le habían entregado ronda los $300 millones. El fiscal confirmó ayer que Rigourd vendió una propiedad pese a que está detenido en el penal de Villa Urquiza. “Imagínense que si desde la cárcel opera, lo que puede pasar desde afuera. Vamos a insistir en la prisión preventiva y en las otras medidas”, dijo y añadió: “el sistema judicial tiene que mostrar unidad en esto, no podemos ignorar a las cerca de 500 víctimas”.
“Dirán que soy excesivo en mi accionar, o vehemente, pero es mi función”, dijo el fiscal, al responder las críticas que hicieron los abogados Arnaldo Ahumada (defensor de Rigourd) y Gustavo Morales. En relación a este último letrado (que la semana pasada había realizado una presentación pidiendo el apartamiento del fiscal por su supuesta vinculación con el estudio jurídico Falú), Herrera aseveró que no es parte en la causa, ya que José Carbajal, a quien representa Morales, no se presentó como denunciante. “Yo voy a seguir aunque me traten de demente, aunque me calumnien”, dijo Herrera.
Carbajal y Morales realizaron una nueva presentación ayer, donde piden que también se aparte el ministro Fiscal Edmundo Jiménez, ya que uno de los abogados denunciantes es su familiar.