“No existe el calendario perfecto, cada país lo ajusta a su contexto. La Argentina está haciendo una gran inversión en vacunas y ahora debe consolidar el programa con el personal adecuado, la cadena de frío y la distribución óptimas, manteniendo la calidad. La Argentina tiene uno de los calendarios más ambiciosos del mundo”, destacó el experto Pier Paolo Balladelli, representante en el país de la Organización Panamericana de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OPS-OMS).
El experto vino a Tucumán a participar de la Jornada Internacional de Inmunizaciones organizada por el Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles, (Pronacei) del Ministerio de Salud de la Nación. El encuentro se realizó en adhesión a los 40 años del programa de vacunación en la Argentina.
- ¿Qué hace falta para incorporar una vacuna al calendario?
- En primer lugar, evaluar la necesidad. Segundo, la relación de costo efectividad, ver que la inversión valga la pena desde el punto de vista del impacto. Tercero, que sea sostenible desde el punto de vista financiero, porque no la puedo sacar en dos o tres años. Cuarto, hay que evaluar la complejidad del sistema, las posibilidades de almacenamiento, administración de la vacuna, recursos humanos, cadena de frío y distribución. La inversión debe incluir todo eso.
- ¿Qué otra vacuna habría que incluir?
- Siempre hay posibilidad de introducir más vacunas, pero el de Argentina es uno de los calendarios más completos. Ahora tendría que consolidar lo que tiene. El reto es impresionante, debe llegar al 85% para tener un efecto rebaño, una población saludable. La vigilacia contínua es muy importante para evitar la importación y desatar un brote, entonces al mismo tiempo que estamos vacunando tenemos que mantener la vigilancia en fronteras y en todo el país.
- ¿Podría caer una vacuna del calendario si cambia el gobierno?
- No lo creo en el caso de Argentina, aunque el desafio es grande. La Argentina ha tomado decisiones en forma integrada entre Gobierno, científicos, sociedades profesionales y a nivel federal. El ministro Juan Manzur desde que llegó a la jefatura de Salud en 2009 se ha encargado de llegar a estos consensos. A estas alturas, las vacunas se vuelven patrimonio de todos, más allá de la cuestión electoral.
- ¿Qué significa este calendario para otros países?
- Es un adelanto para toda Latinoamérica. Países con menos capacidad de investigación y de recursos ven en el modelo de Argentina un argumento para entablar la discusión en sus propios países. Argentina ha abierto un camino. Por ejemplo: después de que incorporó la vacuna contra le hepatitis A en una sola dosis, otros países como Colombia y Brasil se le han sumado.
- ¿Se puede dejar una vacuna del calendario cuando se ha erradicado una enfermedad?
- Hay que tener cuidado porque en muchos países no se ha logrado el grado de desarrollo de América Latina. Aquí hemos eliminado el sarampión pero en países europeos sigue con circulación autóctona y se pueden importar desde esos países a la Argentina. Si abandono una vacunación, por ejemplo la polio, por más que la tenga erradicada, puede haber un fenómeno de reimportación. En Siria tuvimos un brote de polio porque no se pudo vacunar a los niños a causa de la guerra. Tuvimos 28 casos de polio en un país donde la polio estaba erradicada hace más de 10 años.