Podría decirse que en Atlético no hubo un 100% de paz durante la primera sesión de entrenamiento del año. Es que el cuerpo técnico esperaba a todos los jugadores con los que había hablado antes de las vacaciones, pero...
Si bien dijo presente el grueso de la delegación, hubo tres ausentes, además de los que ya rescindieron contrato. Dos sin aviso, uno con vía libre.
¿Quiénes son? Lucas Calviño, quien venía siendo titular por la lesión de Cristian Lucchetti, y que no contó con la fortuna suficiente en el desempate con Huracán por el último boleto de la Zona B de la B Nacional a Primera, no apareció por el complejo de Ojo de Agua. Al parecer, su intención es romper vínculo. Las causas no se saben, aunque por lo bajo se presume que tiene ofertas de otros clubes.
De hecho, otro de los que Juan Manuel Azconzábal le dio la derecha para que continúe, y de paso se cobre revancha de lo sucedido la temporada pasada, es Jonathan Gómez, que tampoco pintó por el predio del “José Salmoiraghi”.
El tercero en cuestión fue Augusto Max, pero su caso era conocido. Recibió el OK del entrenador. Max debe buscar otro destino deportivo, no es del paladar de Azconzábal. Habrá que ver si consigue club, sino deberá trabajar con el plantel.
Nada es gratis en esta vida...
Desde la directiva fueron claros en el concepto “rescisión”. Hasta que no llegue un refuerzo en el puesto del que se quiere ir, no se va nadie. Y por ahora, futbolistas que eran tenidos en cuenta se apuraron en dar el portazo.
Otra: nadie se va gratis. Si hay clubes interesados, deberán resarcir al “Decano”. Esta es otra piedra que la institución les pondrá a los que tienen ganas de buscar otro aire.
Entonces, la pregunta es: ¿Qué pasa que son pocos los que quieren tomarse venganza de lo sucedido la temporada pasada, cuando parecía que el ascenso a Primera era un hecho, al cabo de la primera vuelta? No sabe, no contesta.
Durante las vacaciones, Javier Malagueño, Eduardo Casáis, Eros Medaglia, Diego García e Iván Etevenaux (por contrato) se fueron por la puerta de atrás, con más bronca que gloria.
Por lo pronto, Calviño y Gómez tienen una vacante en Salta, donde desde mañana continuará con su trabajo de preparación.