Concebido originalmente como un cuento para entretener a sus hijos antes de ir a dormir, poco podía sospechar John Ronald Reuel Tolkien que el relato protagonizado por un individuo de reducidas dimensiones con los pies peludos, de naturaleza más bien hogareña y poco amigo de las aventuras riesgosas, llegaría a ser la primera piedra de un universo fantástico que llegaría a trascender todas las fronteras imaginables. Ese universo, la Tierra Media, suele convertirse en el principal destino imaginario de los lectores durante sus vacaciones “Durante el verano, la venta de los libros de Tolkien se disparan”, señala el encargado de una librería céntrica. Y es que los hobbits, elfos y magos de la Tierra Media han superado ya la fama de su propio autor, llegando incluso a impactar exitosamente en el cine.
Claro que no sólo está la cinta homónima de Peter Jackson, cuya tercera parte bate récord de taquilla, sino que por estos días se cumplen 78 años de la publicación de “El hobbit”, ese cuento memorable que, pese a permanecer siempre a la sombra de la trilogía “El Señor de los Anillos”, cuenta con atractivos más que suficientes como para afirmar que se trata de un auténtico clásico de la literatura universal.
La Comarca
La historia es muy sencilla y comienza, como no podía ser de otro modo, en ese emplazamiento idílico conocido como La Comarca. Allí, Bilbo Bolsón lleva una existencia tan plácida como aburrida que, de manera imprevista, se vuelve patas arriba con la llegada del mago Gandalf y un grupo compuesto por 13 enanos, liderados por Thorin Escudo de Roble. Con ellos iniciará un viaje que no solo será decisivo para los implicados en esta mítica aventura, sino que además tendrá consecuencias decisivas en el futuro. El motivo del periplo no es otro que el de acabar con el formidable Smaug, el dragón más grande jamás conocido en la Tierra Media, que se había adueñado de los dominios y los tesoros de Thorin y los suyos. La travesía estará repleta de peligros: el grupo se encontrará con trolls, trasgos y lobos huargos, entre otros adversarios, e incluso llegarán a verse envueltos en una contienda bélica interracial.
Con un estilo poético, pulcro y muy cuidado, y una pasión desmedida por lo descriptivo, que en ocasiones bordea los límites de lo patológico, el escritor anglosajón nacido en Sudáfrica marcó los límites de la fantasía épica, aportando criaturas, elementos, tics y lugares comunes que hoy se han convertido en inseparables de la esencia pura de este género.
Otras aventuras
La desbordante imaginación de Tolkien ha permitido que incluso después de su fallecimiento hayan ido apareciendo no pocos títulos que, o bien no llegó a publicar o bien dejó inacabados. Ha desempeñado en su publicación un papel fundamental su hijo Christopher, que sospechosamente sigue encontrando manuscritos de su progenitor casi 40 años después de su defunción. Entre ellos destacan títulos como “El Silmarillion”, “Los hijos de Hurín” o “La leyenda de Sigurd y Gudrún”, que a título de legado póstumo han ido copando las estanterías de las librerías.
El periplo de Bilbo Bolsón y los enanos por la Tierra Media puede parecer simple para todos los que ya conocen la grandiosa epopeya de “El Señor de los Anillos”, protagonizada por su sobrino Frodo, pero lo que está fuera de toda duda es que se trata de una de esas lecturas que dejan huella.