“Somos conscientes de que el éxito no es sólo difícil de alcanzar, sino que también puede ser corto si no se lo afronta adecuadamente”, advirtió Toto Wolff, responsable del equipo Mercedes de Fórmula 1, tras la presentación del nuevo auto con el que la marca de Stuttgart aspira a extender su dominio en la Máxima. Es por eso que todos en el team alemán pusieron mucho empeño en el diseño y la construcción del F1 W06 Hybrid, un modelo que tiene una base exitosa como fue el vehículo que arrasó el año pasado en manos del inglés Lewis Hamilton, finalmente campeón; y de su compañero y escolta Nico Rosberg.
“Los últimos meses fueron intensos. Todos en nuestras fábricas de Brackley y Brixworth trabajaron a contrarreloj para prepararse para la temporada 2015. Sería muy peligroso dormirnos en los laureles. Ninguno de nosotros piensa que las cosas serán más fáciles ahora”, agregó Wolff, teniendo en cuenta ese refrán fierrero que dice que lo más difícil no es ganar, sino mantenerse.
Como el resto de los equipos de la F-1, Mercedes se concentró en mejorar los puntos fuertes del auto de 2014 y, al mismo tiempo, encontrar áreas en las que se puedan ganar rendimiento. “Algunos cambios son visualmente obvios, pero lo mejor está en los detalles. Hubo un profundo desarrollo en el chasis y en la unidad de potencia con el objetivo de crear un vehículo más seguro, eficiente, fiable y rápido. El reto es encontrar las zonas claves para ganar rendimiento y explorar fuentes innovadoras de ventaja competitiva”, reconoció Paddy Lowe, director técnico.
Uno de los puntos fuertes del F1 ganador W05 Hybrid fue su unidad de potencia. Si bien había una apreciable ventaja respecto al resto (se dice que más de 60 caballos), en Mercedes trataron de incrementar la performance del complejo conjunto mecánico, centrándose en la eficiencia de combustión y en las pérdidas por fricción.
El objetivo de equipo alemán es claro: que la renovada Flecha de Plata esté a la altura de las exigencias de sus pilotos, quienes seguramente protagonizarán otra feroz batalla por la corona, con Hamilton que sale a defenderla y Rosberg, a quitársela.
“Inconscientemente pienso siempre en superarme. Me gusta esa sensación y quiero sentirla una y otra vez. No voy a sentarme en el auto y decir, ‘no siento nada’. Tengo dos campeonatos del mundo, pero soy un piloto. Estoy contento por la lucha que tuve con Nico. Me encanta ganar, pero es mucho mejor cuando tienes que luchar por ello. Quiero competir, dar lo mejor que pueda y lograr más victorias”, afirmó el moreno.
Nico, obviamente, recogió el guante: “nada es seguro ahora mismo, pero pase lo que pase, sé que será otra gran lucha con Lewis. Este año es una revancha para mí y estoy totalmente motivado”. ¿Y qué piensa su jefe de este nuevo duelo? “Tenemos ganas de verlos animándose entre ellos y llevando al equipo hacia delante. Será otra disputa fascinante entre los dos, pero debemos esperar hasta el GP de Australia para saber si les hemos dado un coche que les permita luchar por las victorias”, reconoció Wolff.
Analizando los últimos años de la Fórmula 1, en la que una escudería siempre dominó luego de un cambio técnico de relevancia, es fácil suponer que Mercedes se mantendrá como la gran referencia pese a los avances que puedan hacer sus rivales. Por eso no extrañará ver nuevamente a Hamilton y Rosberg peleando bien adelante. La pregunta es, ¿quién ganará esta vez?