Sebastián Domínguez - Especial para LG DEPORTIVA
¡Qué cosa linda el fútbol! Porque de tanto en tanto te regala historias como esta, que contradicen totalmente el precepto de que las en las finales se juega más a no perder que a ganar. Los giros de la trama llevaron a Concepción FC de victimario a víctima, y en los últimos cinco minutos le devolvieron un ascenso que le había entregado en bandeja a Atlético Mitre.
Fue realmente insólito, como una típica pieza de cine catástrofe: Concepción FC encontró en la aparente irremontabilidad del 3-0 conseguido en la ida el colchón ideal para echarse una siesta mientras transcurría la hora y media que lo separaba del Federal A. El conjunto salteño, consciente de que su única chance estaba en golpear de entrada, encontró en 48 segundos el gol buscado durante todo el partido de ida. Un error en el fondo tucumano permitió que Hugo Gutiérrez encendiera una pequeña lumbre, en principio inofensiva, pero que terminaría en incendio.
Con posesión, pero sin la ambición ofensiva del primer partido, Concepción FC padeció la efectividad de los salteños: dos chances, 2-0. Lo impensable parecía posible. Y lo posible se hizo real. Gustavo Barrionuevo empardó el global en el arranque del segundo tiempo, y Cristian Alfaro pudo estampar el 4-0 con un cabezazo que pegó en el travesaño. Increíble.
Pero el “cuervo” resurgió de sus cenizas gracias a un hombre acostumbrado a esto de vestirse de héroe: Mauricio Verón. El gran capitán descontó cuando faltaban cinco minutos y Alejandro Alfonso liquidó la serie cuando sobraban dos. ¡A festejar, “cuervo”!