La temporada de premios en el mundo del cine toma su recta final hasta el domingo, cuando se entreguen los Oscar. Si bien las estatuillas doradas son el objeto más deseado, las escalas intermedias hasta la gran noche tienen fuerte importancia tanto sean indicadores de una tendencia como en el reconocimiento a las figuras de la industria.
En este último caso encuadra el español Pedro Almodóvar, quien recibió el domingo el premio Jean Renoir a su trayectoria, entregado por el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos. El autor de películas icónicas como “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, “Matador” o “Todo sobre mi madre” (con la que ganó el Oscar a la mejor producción en habla no inglesa en 1999) no pudo asistir a la ceremonia porque está preproduciendo su futura película, “Silencio”.
“No me gustaría ser comparado con genios como Tonino Guerra, Suso Cecchi D’Amico, artistas reconocidos con ese mismo galardón en ediciones pasadas, o el propio Jean Renoir, aunque es absolutamente fantástico que hayan decidido incluir mi nombre en ese grupo. Esos guionistas son y siempre han sido una gran inspiración para mí. Son mis raíces y son la cultura a la que pertenezco. Muchas gracias por este honor”, manifestó el cineasta en un video que se proyectó en la gala.
“Es un escritor internacional que ha promovido la literatura en los largometrajes y ha conseguido maravillosas contribuciones a la profesión de guionista”, justificó la organización el reconocimiento a Almodóvar. “Es un genio, es una flor, es un referente: el último y el mejor de los hijos de Luis Buñuel y mucho más que eso. Sus guiones, que dirige con pasión y sumo cuidado, nos han enseñado sobre los exteriores de su tierra natal y las interioridades de nuestros propios corazones”, resaltó el directivo del sindicato, Howard Rodman.
Almodóvar llegará a Los Ángeles en los próximos días, ya que el domingo compite con “Relatos salvajes” en el Oscar al mejor filme extranjero, ya que su productora El Deseo aportó el 30% del dinero de la película de Damián Szifrón. El resto fue financiado por la argentina Kramer & Sigman Films. La película se alzó con el Goya a la mejor producción iberoamericana.
Rivales
La premiación alcanzó a las mejores historias filmadas en 2014, todos en carrera a los Oscar. En guión original se impuso “El Gran Hotel Budapest”, escrito y dirigido por Wes Anderson, que repite el logro alcanzado en la entrega de los Bafta británicos y que se pone a la par de “Birdman”, filme que obtuvo el Globo de Oro en este rubro.
Ahora se presentan como las grandes candidatas para el domingo, con el condimento especial de que entre los autores de “Birdman” aparecen los argentinos Nicolás Giacobone y Armando Bo (nieto) junto al mexicano Alejandro González Iñárritu y al norteamericano Alexander Dinelaris.
“El Código Enigma”, que se proyecta todavía en las salas tucumanas, se alzó con la estatuilla al mejor guión adaptado, a la que también aspira en el Oscar. “Hicimos esta película apoyándonos en su genialidad”, sostuvo el escritor Graham Moore, acerca de la biografía de Alan Turing. Su principal rival para el domingo en la categoría es “La teoría del todo”, triunfante hace pocos días en los Bafta.
Durante la ceremonia se entregaron también estatuillas a programas de televisión. Los principales galardones, a mejor serie dramática y mejor guión, quedaron en manos de Nic Pizzolato por “True Detective”, la serie de HBO protagonizada por Matthew McConaughey.
El reconocimiento a mejor serie de comedia fue para “Louie”, acerca de Louis Szekely (más conocido como Louis C.K.), mientras que el de mejor episodio dramático fue para el capitulo “La última llamada”, de la quinta temporada de la serie “The good wife”.
El premio a mejor animación se lo llevó “Brick like me”, un episodio especial de Los Simpson en versión de los bloques LEGO.