BUENOS AIRES.- La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal declaró “prescripta” la causa por “contrabando” en la que se investigaba el ingreso al país de una valija con U$S 800.000, en 2007, en manos del empresario venezolano, hoy residente en Miami, Guido Alejandro Antonini Wilson.
Los jueces resolvieron rechazar por unanimidad el recurso extraordinario interpuesto por la fiscal de casación Gabriela Baigún, para que el Tribunal revoque la prescripción de la causa, en la que también estaba acusado el ex funcionario argentino Claudio Uberti, quien viajaba en el mismo avión que el venezolano. El pasaje lo completaban Victoria Bereziuk, secretaria de Uberti; el hijo del vicepresidente de la petrolera estatal venezolana Pdvsa, Daniel Uzcátegui; otros tres funcionarios de esa empresa; y el titular de Enarsa, Exequiel Espinosa.
Los magistrados Ángela Ledesma, Alejandro Slokar y Pedro David se remitieron al fallo de la Cámara Penal en lo Económico, donde se había confirmado la decisión adoptada por los jueces Rafael Caputo y Berón de Astrada de declarar “extinguida la acción penal “por prescripción respecto de los imputados Diego Bautista Uzcategui Matheus y Uberti en la causa en la que también fue imputado Wilson.
En 2007, Antonini Wilson fue detenido durante el control de Aduana en Aeroparque, al bajar de un vuelo con una valija que llevaba U$S 790.550 sin declarar, según la denuncia judicial recientemente prescripta, presuntamente destinados a financiar la campaña del kirchnerismo. Es que el hecho se produjo en plena campaña presidencial de Cristina Fernández, a quien se señaló como la destinataria de esos fondos, que habría enviado Hugo Chávez, presidente de Venesuela por esa época y amigo del matrimonio Kirchner. La valija y los dólares quedaron en manos de la Aduana y nunca fueron retirados.
En el caso intervino el FBI estadounidense, el gobierno del país del Norte y los más altos funcionarios del kirchnerismo.
Miriam Quiroga, la ex secretaria de Kirchner, reveló en el programa “Periodismo Para Todos” que Daniel Muñoz, ex secretario privado de Néstor Kirchner, viajaba a Río Gallegos con bolsos repletos de dinero que antes le habían hecho llegar empresarios como Lázaro Báez y Cristóbal López. Según contó Jorge Lanata y pudo comprobar Clarín con fuentes aeronaúticas, los vuelos se hicieron en al menos dos aviones: un Challenger 601, matrícula LV-BPV, y un Citation 750 matrícula LV-BRJ, que estaba en manos de la Royal Class, propiedad del hijo de Alfredo Yabrán, a través de un contrato de leasing (alquiler).