BUENOS AIRES.- Horacio Rodríguez Larreta le dio al PRO la posibilidad de mantenerse al frente de la administración de la ciudad de Buenos Aires por cuatro años más, pero deberá enfrentar una serie de desafíos que estarán atravesados por lo que suceda en las elecciones generales de octubre.
Vivienda, basura, la regulación del juego, seguridad, la expansión de la red del subte, déficit y reducir conflictividad en áreas como salud y educación son los objetivos que Larreta deberá encarar durante su mandato, algunos de los cuales fueron parte de la campaña electoral del PRO, y también de Martín Lousteau y del frente ECO.
Un porcentaje de lo que suceda en la ciudad de Buenos Aires en el corto y mediano plazo dependerá si resulta electo presidente el actual gobernador bonaerense, Daniel Scioli, o si el elegido es Mauricio Macri.
Este último es el panorama “ideal” al que aspiran en el PRO para “aceitar” las relaciones entre los gobiernos de Nación y Ciudad. Por otro lado, Rodríguez Larreta deberá articular su política de gobierno con una Legislatura con mayoría opositora: con las 15 bancas que obtuvo en la primera vuelta, el PRO conformó un bloque de 28 legisladores si, además, se cuenta a la aliada de Confianza Pública Cristina García de Aurteneche.
Sin embargo, habrá que esperar el rol que tendrá el bloque ECO en el Parlamento, que desplazó al Frente para la Victoria como segunda minoría con 14 integrantes: si será opositor o se acoplará a la alianza nacional que integran el PRO con la UCR y la Coalición Cívica.
Deudas pendientes
En cuanto a las deudas pendientes que tendrá Larreta, la seguridad encabeza la lista de preocupaciones de los habitantes de la ciudad de Buenos Aires, y durante la extensa campaña que incluyó tres instancias electorales (PASO, primera vuelta y balotaje) prometió unificar todas las fuerzas que actúan en territorio porteño y extender la Policía Metropolitana a las 15 comunas.
Para hacerlo, necesitará el aval del Ejecutivo nacional a fin de traspasar con recursos la Policía Federal.
Otro eje que deberá abordar el sucesor de Macri será la problemática habitacional y la promesa eterna de urbanización de los asentamientos: según la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), en la ciudad de Buenos Aires hay más de 500 mil personas en emergencia habitacional, y de acuerdo al último censo hay 340.975 viviendas no habitadas. Otro desafío será mantener el nivel de obra que caracterizó las dos gestiones de Macri pero, y al mismo tiempo reducir el déficit que tiene el gobierno porteño, cuya deuda externa acumulada tras 8 años de gestión asciende a $ 18.302 millones.
El juego, otra materia
En cuanto al juego, a Larreta le quedará ratificar el anuncio del propio Mauricio Macri de no renovar el convenio que mantienen por lo menos hasta fin de año el Instituto de Juegos y Apuestas porteño con Lotería Nacional, que el año pasado significó ingresos para la ciudad por $ 468 millones, y que se coló de manera importante en la campaña por la discusión de la autonomía y el incremento de las casas de juego.
Por otro lado, durante la última semana de campaña, Larreta puntualizó que, de ganar, seguirá “avanzando para mejorar la escuela pública y consolidarla como líder en Latinoamérica, a través de la capacitación de sus docentes y de las herramientas que les entrega a los alumnos para un aprendizaje de mayor calidad”.
Del mismo modo, dijo que otro de los desafíos será “acercar la salud a la gente, incrementando la cantidad de centros sanitarios”. En cuanto al subte, Larreta se comprometió a mejorar la frecuencia y tener un tren cada 3 minutos, aunque el desafío mayor que tendrá será llevar adelante aquella promesa incumplida del propio jefe de Gobierno porteño actual durante la campaña en 2007 de construir “10 kilómetros de subte por año.
El flamente ganador de las elecciones de ayer en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tiene cuatro años para lograrlo y ampliar la red de transporte subterráneo, un reclamo permanente de la gente.