BUENOS AIRES.- El consumidor argentino paga la carne “muy cara” porque los productores perdieron 10 millones de cabezas de ganado. Así lo advirtió ayer el consultor, Fernando Canosa, quien señaló, además, que los productores agrícolas no tienen expectativas de cambio, y que ya piensa en lo que sucederá en 2016, luego de las elecciones presidenciales.
El especialista en materia agrícola y pecuaria, afirmó que los productores esperan que con una nueva administración nacional haya cambios en la política del sector cárnico, que permitan un crecimiento de la industria. “Recién ahora hay una retención tibia de hembras y de vientres, y esto en función de lo que se espera para 2016”, observó Canosa, durante una entrevista con la agencia DyN.
Por otro lado, subrayó que el sector ganadero pretende que, con la renovación política, la Argentina aumente sus exportaciones. “La carne mantuvo sus precios frente a otros commodities. Hay una demanda insatisfecha en el mundo y la Argentina puede atenderla”, subrayó. “Hoy sólo exportamos el 5% de la producción, lo que es marginal. Es muy poco. De seguir así puede llegar el momento en el que la carne producida no alcance para cubrir el consumo argentino”, advirtió Canosa.
Por último, instó a pensar en una política a largo plazo, en la que se asegure la mesa de los argentinos y se pueda exportar. “Esto no es consumo versus exportación, ya que las ventas externas ayudan a contar con precios accesibles en el ámbito local”, expresó.