ALEMANIA.- Otra vez una derrota, Bayern. El equipo de Munich, que dirige Pep Guardiola, perdió por tercera vez la final de la Supercopa Alemana, esta vez en manos de Wolfsburgo, que le ganó por penales, 5-4 (1-1 durante los 90').
El danés Nicklas Bendtner fue el héroe del choque al anotar el penal decisivo y el gol del empate en el minuto 89, después de que el holandés Arjen Robben adelantara a los bávaros en el 49.
El español Xabi Alonso fue el único jugador que erró su penal, detenido por un Koen Casteels que enmendó así el error que tuvo en el primer tanto. "Estoy decepcionado y también enfadado", dijo Robben. "Al final tenemos que ser críticos, deberíamos haber decidido el partido antes", sostuvo.
La alegría de Guardiola en la banda demostraba lo importante que era para él el triunfo después de las decepciones de 2013 y 2014 ante el Borussia Dortmund. Su gesto de desesperación al ver el empate de Bendtner no fue menos elocuente. Ni que hablar la derrota desde los 12 pasos...