Mario "Monito" Sueldo es piloto de parapente desde hace siete años. Es un experto en vuelos biplaza (llevar un pasajero) y siempre busca nuevas aventuras. Casi todos los días, llega a Loma Bola para lanzarse al aire con los cerros a sus pies. A veces, vuela solo; otras, con algún ocasional pasajero. Esta vez, Monito dio un paso más extremo a su aventura. Se animó a hacer un vuelo nocturno en parapente.
Un grupo de tucumanos practicaba gimnasia en la rotonda de Yerba Buena, en la noche de Luna azul (tal como se llamó a la última luna llena del 31 de julio pasado), cuando de pronto vieron que en el aire se acercaba un parapente. La primera reacción fue de sorpresa. Después sacaron sus celulares y comenzaron a tomar fotos.
Monito aterrizó sin problemas en el medio de la rotonda y con una pasajera especial. Virginia Ibarra, su esposa, se animó a acompañarlo en la aventura.
-¿Cómo surgió la idea de hacer un vuelo en parapente nocturno?
-La idea surgió a partir de la noticia que esa noche habría luna azul. Era la segunda oportunidad de volar de noche que nos regalaba ese mes, una segunda luna llena en el mismo mes nos llamaba e invitaba a disfrutar de un vuelo nocturno.
-¿Tu esposa se enganchó o dudaba en subir?
-Mi esposa es una gran compañera. Siempre me apoya y Está presente en cada una de mis experiencias. En este deporte me acompañó desde el momento cero. Fue a mi vuelo bautismo (primer vuelo que uno realiza sólo), fue mi pasajera cuando rendí mi licencia biplaza (licencia que habilita a hacer vuelos con pasajeros); cuando la invité a volar de noche lo recibió con gran alegría y entusiasmo; cuando hicimos el vuelo le pareció increíble.
-¿Qué condiciones tienen que darse para poder volar de noche?
-Primero tiene que haber buena visibilidad, para esto tiene que haber luna llena, por eso decía que la luna azul nos invitaba a volar iluminando nuestro vuelo. Segundo tiene que haber viento de frente en el despegue para poder despegar, condición poco usual en las noches, pero específicamente esa noche había un hermoso viento de frente, tan así que nos permitió hacer "dinámica" en el despegue yendo y viniendo delante de este, manteniendo el vuelo sin ir hacia abajo e incluso subiendo. Una condición ideal.
-¿Es la primera vez que se hace este tipo de vuelo en Tucumán y el país?
-Había escuchado comentarios de que se habían hecho vuelos nocturnos hace varios años en Tucumán, pero nunca había estado presente en uno. Lo tenía presente como una experiencia pendiente. Un colega, Lero Fort, esa noche tenía las mismas ganas que yo de experimentarlo; teniendo compañía de otro profesional al lado las nuevas experiencias se hacen más disfrutables. En Argentina estimo que se habrán hecho vuelos nocturnos pero no lo sé.
-¿Qué sensación te dejó haber volado de noche?
-La noche no nos recibía de la mejor manera, ya que a la tarde se comenzó a nublar y al llegar la noche la luna azul estaba ausente, después comenzó a abrirse el cielo, la luna apareció con todo su esplendor y el viento se presentaba de frente y constante, pasamos de que casi no sea posible volar a que la condición se ponga ideal para hacerlo; creo que esta situación le dió un plus a la experiencia convirtiéndola en mágica. La sensación fue esa, mágica, sacada de otro mundo.
-¿Volverías a hacerlo?
-Me encantaría volver a hacerlo, de hecho cada vez que nos cruzamos con Lero nuestra frase es "nos vemos en la próxima luna llena" y mi señora hoy mira la luna con otros ojos.
-¿Cualquiera puede volar de noche o es solo para profesionales?
-Para volar de noche, como dije anteriormente es necesario que las condiciones sean óptimas. Estás condiciones son reconocidas por gente con experiencia de vuelo, más allá de eso, tenes que tener amplio conocimiento del lugar que estás por sobrevolar, sabiendo y conociendo cuales son los aterrizajes principales y secundarios de los que se dispone, los obstáculos y sus condiciones. Nada queda al azar, en resumen es un vuelo que debe hacerlo un profesional que tenga un amplio conocimiento del lugar.
-¿Había gente en la rotonda al momento del aterrizaje? Cómo reaccionaron?
-Si bien es un aterrizaje muy técnico, la rotonda nos invitaba a aterrizar porque estaba iluminada como pista de un aeropuerto y Lero estaba aterrizando en el aterrizaje disponible al lado de la rotonda, "las alergias", en ese mismo momento, lo cual hacia más seguro el aterrizaje a ambos pilotos ya que cada uno tenía un lugar de aterrizaje a su disposición. Cuando iniciamos las maniobras de aterrizaje había un grupo de 5 personas sentadas dentro de la rotonda y gente haciendo deporte por las afueras, el grupo que se encontraba en la rotonda se levantó y empezó a gritar desde que nos vió sobrevolar la rotonda, estaban viendo algo único y con sus celulares nos sacaban fotos y filmaban. La alegría era bilateral, ellos viendo algo único y nosotros viviendo nuestra noche mágica.