LEICESTER.- Nueve y medio de cada 10 argentinos preferían a Francia, pero finalmente será Irlanda el rival de Los Pumas en cuartos de final del Mundial. Ciertamente, se trata del mejor representante del Hemisferio Norte en esta curiosa polarización de las llaves eliminatorias, pero no se ha mostrado hasta aquí como un adversario particularmente temible y mucho menos invencible.
Además, el triunfo sobre “les bleus”, que le permitió evitar a los All Blacks, no le salió gratis al Trébol: en el desgaste de la batalla contra Francis (24-9) perdió a dos de sus figuras, el capitán Paul O’Connell y el apertura y goleador Jonathan Sexton, quienes se retiraron lesionados y podrían no llegar al choque del domingo a las 9, contra el equipo de Daniel Hourcade. Por si fuera poco, el tercera línea Peter O’Mahoney fue retirado en camilla en el segundo tiempo.
“Creo que ahí perdimos más de 200 caps”, se lamentó Joe Schmidt. El entrenador no se mostró optimista con respecto a los dos primeros, sobre todo al capitán, quien podría haber jugado su último partido con el seleccionado. “No se ve muy bien lo de Paul (O’Connell): es el isquiotibial. Johnny (Sexton) y Peter (O’Mahoney) también se van a hacer estudios”, reveló el neozelandés.
Podría sumarse una baja definitiva más, si es que el elegido como Mejor Jugador del Partido ayer, Sean O’Brien, es citado de oficio por golpear en el estómago a Pascal Papé, acción que el árbitro no vio, pero que las cámaras sí registraron. Si se aplica el mismo criterio sobre conductas antideportivas que dejó afuera a Mariano Galarza por nueve semanas, el tercera línea irlandés debería también perderse el resto del torneo.
Sea como sea, está claro que el control de la pelota y el buen uso del pie serán cruciales entre Argentina e Irlanda, ya que se trata de dos equipos muy ofensivos. A diferencia de Tonga o Namibia, el bicampeón del Seis Naciones no perdonará intermitencias. La concentración, entonces, será una cuestión primordial. (Especial)