Dos jóvenes comenzarán a ser juzgados mañana por el crimen de Ulises Agustín Barrionuevo, el adolescente de 16 años que fue asesinado de un tiro en la cabeza en Lomas de Tafí. Ambos sospechosos, imputados por el delito de homicidio, podrían escuchar su sentencia el viernes.
El caso se remonta al 25 de febrero de 2013. Esa noche, Ulises se encontraba junto a un grupo de amigos en la puerta de la escuela Lomas de Tafí, ubicada en el sector 7 del barrio. En un momento se detuvo una moto frente a ellos. En el rodado viajaban Juan Carlos “Carlanga” Rojas de 26 años y Leandro Nahuel “El Mocho” Zelaya, de 21.
Según consta en la acusación formulada por el ex fiscal de Instrucción de la II° Nominación Carlos Albaca, fue Rojas quien sacó un arma y le disparó a Barrionuevo en la cabeza. Luego ambos se dieron a la fuga en la moto, dejando al adolescente gravemente herido. La víctima fallecería cuatro días después.
Durante la investigación del caso, el fiscal Albaca escuchó los testimonios de varios testigos del hecho, incluso los de Rojas y Zelaya. Después de analizarlos, concluyó: “de las declaraciones recibidas se puede inferir que (los imputados) al momento del hecho tenían plena conciencia de su accionar y comprendían la criminalidad de sus conductas”.
Dos versiones
De acuerdo con la versión que dio Zelaya en la Fiscalía, esa noche su amigo le pidió que lo lleve en moto hasta la escuela porque tenía que “arreglar una cosa” con unos chicos que estaban ahí reunidos. Dijo que, al llegar al establecimiento, Rojas comenzó a discutir con esos jóvenes. “Veo a ‘Carlanga’ sacar de entre sus ropas un arma y dice ‘que ninguno se haga el malo’. Nadie forcejeó”, relató Zelaya, para luego contar que su amigo le disparó a Ulises y después lo obligó a llevarlo de regreso.
Rojas, por su parte, le dijo al fiscal que los jóvenes que se habían reunido en la escuela les tiraron piedras a él y a su amigo cuando pasaron en la moto. “Paramos y comenzamos a discutir con ellos. Viene Ulises y me pega una piña en el ojo izquierdo. Cuando logro recuperarme, me le voy encima y él saca un arma. Logré tomarle el arma, pero él no la soltó y es cuando salió un tiro, como consecuencia del forcejeo”, aseguró. El arma en custión nunca fue hallada.
Ahora serán los jueces de la Sala IV° quienes deberán determinar si, efectivamente, fue Rojas el autor del disparo que le quitó la vida a Barrionuevo. El juicio comenzará mañana a las 9 y está previsto que finalice el viernes. La familia de la víctima estará representada por los abogados Andrés Villafañe y José del Río. El defensor de Rojas será José Luis Chaván y el de Zelaya, Cergio Morfil. El Ministerio Público estará representado por Daniel Marranzino.