San Lorenzo quedó anoche al borde de la eliminación de la fase de grupos de la Copa Libertadores luego de empatar 1-1 ante Gremio en el Nuevo Gasómetro. Lo curioso es que el "Ciclón" tuvo todo para quedarse con la victoria, pero una sumatoria de errores y malas decisiones lo dejaron contra las cuerdas.
Una de las jugadas que sintetizó la mala noche de San Lorenzo fue la protagonizada por el goleador Martín Cauteruccio, que a los 19 minutos desperdició un contragolpe iniciado por Sebastián Blanco, que habilitó al uruguayo a metros del arco para que intentara sellar el 2-0. Fue tan mala la resolución del delantero que, con el arco vacío, prefirió enganchar y su remate fue tapado por la humanidad del arquero Marcelo Grohe.
Ahora el equipo conducido por Pablo Guede depende de una serie de resultados milagrosos para acceder a la siguiente fase, como sucedió en 2014, edición en la que levantó su primera copa.