Tenía todo para volver a casa con un buen resultado, pero desaprovechó su momento y lo pagó caro. San Martín podía haber resuelto la serie de octavos de final contra Guaraní Antonio Franco en Misiones. Sin embargo, perdió 2 a 1 y dejó en suspenso una llave que deberá resolverse el domingo en La Ciudadela. La ventaja ahora está en poder del ganador, que necesita empatar de visitante para avanzar a la próxima instancia. A los dirigidos por Diego Cagna, en cambio, sólo les sirve la victoria, cualquiera sea la diferencia.
San Martín no supo mantener la cabeza fría en los momentos calientes del encuentro y permitió que Guaraní, que estaba al borde del nocaut, reaccionara para revertir el marcador y llegar con el pecho inflado a La Ciudadela para jugar la revancha.
Pecó feo San Martín en Posadas. Ni la “bomba” de Oscar Mamaní, promediando el primer tiempo, pudo despabilar a un equipo que jugó con las revoluciones a mil y no supo entender que si se tranquilizaba, otra hubiese sido la historia. Con la ventaja en el bolso, los dirigidos por Cagna, en vez de poner la pelota en el freezer apostaron por un palo y palo que fue contraproducente. ¿Cómo es posible que un equipo que tiene ventaja deportiva y va ganando de visitante se exponga tanto a los contragolpes del rival?
Eso hizo San Martín. Antes del final del primer tiempo, el local tuvo tres chances por esa vía que no supo concretar. Pero de tanto ir, encontró lo que buscaba en el cierre de la primera mitad. Rolando Serrano metió la mano donde no debía y el árbitro sancionó penal. Cristian Barinaga definió con clase para igualar el cotejo, 1 a 1, antes del descanso. Nadie puede negar que la falta existió, pero los minutos que agregó Guillermo González a los reglamentarios fueron exagerados.
Ni las palabras de su DT lograron tranquilizar a la visita, que una vez más le dio vida a un rival al que no se le caía una idea. El “Santo” jugó un segundo tiempo sin pensar. Cagna decidió “cerrar” el duelo metiendo a Agustín Briones por Sergio Viturro, pero tuvo un minuto fatal. A los 22’, descuidó a Juan Barreña en un tiro libre y el central sentenció la lucha al conectar el centro de cabeza.
San Martín se dio cuenta de que si atacaba podía inquietar al local. Pero lo hizo con más ganas que fútbol. Además, el arquero Gonzalo Salgueiro estuvo brillante: tapó un anticipo de Ramón Lentini y se encontró con un cabezazo de Iván Agudiak que fue al medio de arco.
Perdió San Martín y resignó el invicto de la era Cagna en el arranque de los play offs. Ahora deberá dar vuelta la historia en su cancha si es que pretende ascender a la B Nacional.