Creer o reventar. En un partido que estaba para manejarlo con absoluta comodidad y conseguir el objetivo sin “despeinarse”, San Martín, por errores propios, terminó celebrando como un triunfo una derrota frente a Sportivo Belgrano. De este modo obtuvo el pasaje a una de las semifinales del Federal A, haciendo valer la ventaja deportiva.
El 2-1 final favorable al equipo de San Francisco puede considerarse justo, porque fue más hegemónico en su juego, a pesar que San Martín, en los primeros 45 minutos contó con las situaciones favorables para establecer una diferencia tranquilizadora en el marcador. Sus hombres no estuvieron aceitados a la hora de la concretar, por eso se justificó que los hinchas desataran una moderada fiesta cuando Alejandro Arco dictaminó el final de la contienda.
Desde el mismo arranque del partido, se observaron dos planteos completamente distintos. La visita salió a jugar el encuentro cuanto más lejos de la valla de Diego Aguiar, mejor; mientras que los “Santos” se retrasaron en el campo de juego y cuando la pelota era recuperada, trataban de hacer valer la velocidad de Gonzalo Rodríguez. En este lapso del encuentro, el oriundo de Aguilares se las ingenió para tener a maltraer a la zaga visitante.
A dos minutos de que Luciano González le quitara la posibilidad de que Juan Manuel Aróstegui ajusticiara a César Taborda, Sergio Viturro hizo estallar La Ciudadela. Fue a los 14’ cuando el enganche ejecutó un tiro libre desde la derecha que sorprendió a Aguiar.
Con la tranquilidad que significaba estar arriba en el marcador, San Martín, en la primera etapa, trató de hacer correr la pelota ante un rival que mostraba un mejor manejo de la N° 5, pero sin inquietar a Taborda.
Con el paso de los minutos, pese al incansable trabajo de Miguel Nievas Escobar - su hombre más criterioso-, el local fue haciendo méritos para ampliar la diferencia, como en esa gran jugada de Viturro que desperdició Gonzalo Rodríguez, al rematar afuera, desde buena posición. Con mucho gusto a pocos para los locales, se fueron los primeros 45 minutos.
El complemento
Cuando al minuto del segundo tiempo, Ramón Lentini cabeceó alto ante buen centro de Rolando Serrano, pareció que este lapso del cotejo tendría la misma fisonomía que el anterior. Pero nada de eso ocurrió, pues a los 5’, Juan Pablo Francia rescató un rebote al borde del área y con un preciso remate a la derecha de Taborda estableció la paridad en las acciones. Los rostros de sorpresa de la multitud que cubrió La Ciudadela se iban a acentuar cuando Nicolás Trulls, que había reemplazado al lesionado Nahuel Rodríguez, dos minutos después, se levantó con absoluta comodidad para concretar el 2-1 de cabeza.
A partir de ese momento, en los tendidos del estadio de Bolívar y Pellegrini reaparecieron viejos fantasmas. Toda la tranquilidad que se había observado en el campo de juego y en las tribunas, durante el primer tiempo, se esfumaron como por arte de magia ante esos dos baldazos de agua fría que sufrieron en sólo dos minutos.
Esa situación hizo que ante la arremetida de la visita, San Martín se abroquelara de media cancha hacia atrás, renunciando decididamente al ataque.
La sensación de alivio que tuvo el hincha “Santo”, al final del cotejo, fue una clara muestra de lo que había dejado el equipo. Esta vez, más dudas que certezas. Y pensando en lo que viene, es algo que se debe corregir.