BUENOS AIRES .- El presidente Mauricio Macri se mostró incómodo y evitó referirse ayer a la presencia del ex militar Aldo Rico en el desfile organizado por el Bicentenario en la Ciudad de Buenos Aires. En conferencia de prensa, el mandatario definió la demostración de bandas militares como un reencuentro de los argentinos.
El ministro de Defensa, Julio Martínez, aseguró que nadie invitó al ex militar para que participara de los desfiles por el Bicentenario de la Independencia. “Yo no lo invité. Ni me puse contento porque estuvo. Ni nadie del Gobierno lo invitó”, sentenció el funcionario al ser consultado sobre la presencia de Rico, que protagonizó dos alzamientos durante el gobierno de Raúl Alfonsín para protestar por los juicios contra represores de la última dictadura militar.
Rico, en tanto, defendió su participación en el desfile durante las celebraciones por el aniversario de la patria, al sostener que existe “otro espíritu” en el país y que confía en que Macri “lo pueda aprovechar”.
“Era la primera vez que desfilaban los héroes de Malvinas, la verdad que uno no entiende por qué esas cosas han pasado (que no lo hayan hecho antes), pero lo importante es que hoy estamos en esta etapa, que es de reconstrucción, de reconciliación, de reconocimiento del otro”, planteó el jefe de Estado, durante un acto de relanzamiento del plan de viviendas Procrear, en el barrio porteño de Parque Patricios.
Por su parte, Rico confirmó no haber sido invitado por el Gobierno y explicó que el vehículo en el que desfiló “era de un amigo”. “Fui porque era jefe de los comandos de Malvinas. Hacía tanto tiempo que no se desfilaba. No necesito ninguna invitación del Gobierno, ni del ministerio de Defensa, ni de nada. Yo soy un hombre libre, no necesito órdenes de nadie. El único que me manda es mi señora”, enfatizó el ex militar en declaraciones a radio La Red.
El militar retirado, jefe de comandos durante la Guerra de Malvinas y ex intendente de San Miguel, fue uno de los protagonistas de la rebelión carapintada de 1987, durante el gobierno de Alfonsín. Durante el alzamiento coronel Rico ocupó la Escuela de Infantería de Campo de Mayo, levantándose contra la democracia. A partir de entonces se caracterizó por buscar una figura mediática y afín a las polémicas.
En 1997 llegó al gobierno municipal de la localidad bonaerense de San Miguel en las elecciones anticipadas como candidato de un frente comunal. En 1999 fue reelegido por el Partido Justicialista, con el mayor índice de popularidad del conurbano (el 70% de los votos).
Desde el municipio de San Miguel se proyectó en 2003 como gobernador de la provincia de Buenos Aires. Si bien perdió las elecciones, fue ministro de Seguridad bonaerense. Desde el 10 de diciembre cumple funciones de “asesoramiento” en seguridad en la municipalidad de José C. Paz, gobernada por el kirchnerista Mario Ishii. (DyN)