Desafió el frío, el viento, el calor, la lluvia y hasta el granizo. Partió de su pueblo, Arizona, en el sur de la provincia de San Luis y llegó a nuestra ciudad, luego de cuatro meses y nueve días de caminata. Sí, José Roberto Giménez (operario de la construcción de 59 años) emprendió viaje el 29 de febrero y llegó a San Miguel de Tucumán el pasado 7, a la noche. “Hice el viaje en homenaje a los Congresales de 1816; en realidad quería probar las vivencias, las dificultades que padeció esa gente que creó la gran gesta de la Independencia”, le comentó a LA GACETA. Muestra fotos en la que se lo ve a la orilla de los caminos, junto a una carpa que utilizó de refugio, a las vírgenes de San Nicolás, Santa Rita y del Valle que las lleva a todas partes y a un carrito donde guardó su carga de comida y ropa. Una página de Facebook de la oficina de turismo de la ciudad de Quines, también de San Luis, lo define como “el caminante devoto”, y cuenta que el hombre va en viaje a Tucumán. Giménez relata que es un asiduo de las rutas: antes se fue caminando desde San Luis hasta Catamarca para cumplir una promesa a la Virgen del Valle y, después realizó otras caminatas hasta el santuario de la Difunta Correa en San Juan y hasta San Nicolás para rendir culto a la Virgen del lugar. “Yo quería llegar a Tucumán a fines de junio, porque también me ilusionaba desfilar el 9 de julio, pero no pude, me retrasé y desde Simoca mi hermano me subió a su camioneta y me trajo hasta la ciudad; vino de San Luis para darme una mano”.


- ¿Cuántas horas por día marchaba? ¿Cómo fueron esos días?

- Andaba entre 15 y 18 kilómetros, entre las 8 o 9 de la mañana hasta la tardecita; caminaba unas nueve horas diarias. Tenía problemas para conseguir agua, además tuve que comprar zapatillas en Olta (La Rioja), pero siempre había gente que me ayudaba. Caminaba tomando mate y a la noche me cocinaba un guiso o algún estofado y después armaba la carpa para dormir.

- ¿Por qué hace estos viajes?

- Estuve bien jodido hace unos años; tenía unos problemas pulmonares, pero tenía fe en que me iba a curar y la verdad es que quería probar mis fuerzas; así caminé hasta Catamarca, San Juan y San Nicolás y a más lugares. Creo que teniendo fe se puede lograr cualquier cosa.

- Para viajar, además de voluntad, usted necesita dinero, ¿cómo se costea todo?

- Junté plata en mi trabajo de albañilería, pero como soy soltero no tengo muchos gastos, sólo tengo a mis sobrinos y a mi hermano. Me gasté unos $ 20.000, pero ya los voy a reponer; quería venir ahora porque las fuerzas ya no me permitirán hacer un esfuerzo como este.

- Viajó 1.310 kilómetros para homenajear a los congresales...

- Sí, quería cumplir un sueño, hacer este viaje, conocer otras culturas, otros pueblos, gente y tierras. Encaré desde mi pueblo por la ruta 3 hasta la capital de mi provincia y desde ahí caminé hasta Catamarca, después fui hasta Recreo para eludir la montaña, que hubiera sido muy difícil subir, y desde Recreo le pegué hasta aquí. Ahora vuelvo en camioneta, pero quería rendirle un homenaje a esos grandes hombres de la patria.