En un clima de austeridad y discreción y con los familiares como únicos invitados, el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, de 60 años, se casó el viernes con Mara Perrén, de 34, en una ceremonia efectuada en la casa quinta del titular de la Corte en el barrio los Alamos, en las afueras de la ciudad santafesina de Rafaela.
Los contrayentes dieron el sí en el interior de la casaquinta, para lo cual se trasladó hacia allí la titular del Registro Civil de Rafaela, Sonia Forni, ante la presencia de los padres de Perrén y Lorenzetti, los hijos de ambos y los hermanos sin la presencia de integrantes del Poder Judicial, cumpliendo lo que ambos habían acordado de que sea una ceremonia íntima. Ante una discreta guardia periodística, la “wedding planner” de la boda advirtió que sólo iban a sacarse fotografías el flamante matrimonio y que luego la prensa se tenía que retirar ya que ninguno de los invitados quería ser fotografiado. A las 19.40 salieron Lorenzetti y su flamante esposa, él con un impecable traje azul, camisa blanca y corbata del mismo tono, mientras que la esposa, con un ramo de flores blancas en la mano y ataviada con un vestido color pastel y perlado, que le llegaba hasta la mitad del muslo con una transparencia hasta las rodillas.