FORMOSA.- Tras el duro golpe que significó quedar al margen de la Copa Libertadores y luego de reacomodar las piezas pensando en recuperar la mentalidad ganadora, Boca intentará dar un paso hacia adelante en Copa Argentina, su gran objetivo para llegar a la Libertadores del próximo año.

Aunque la cabeza está puesta en el inicio del torneo, el duelo contra Santamarina no es un compromiso menor para el equipo de Guillermo Barros Schelotto, quien sabe que a partir de ahora no hay excusas y que lo único que le sirve es hacer que Boca recupere el protagonismo.

Esta noche, el “Xeneize” presentará toda su artillería pesada. Además, Ricardo Centurión y Axel Werner, flamantes últimas incorporaciones, estarán en el banco de relevos. Además, de algunos cambios grandes en cuanto a nombres (ya no están Agustín Orion y Daniel Díaz, pilares del equipo en los últimos años) Boca presentará un nuevo sistema táctico: el moderno 4-2-3-1, con un Carlos Tevez más retrasado que intentará ser el generador de fútbol para Darío Benedetto, el “9” de área.

Repleto

El marco que lucirá el estadio “Antonio Romero”, donde Boca jugó ocho duelos en su historia y sólo perdió en una ocasión (un amistoso contra Olimpia de Paraguay por 2-1, en 1999) será imponente. Los hinchas agotaron rápidamente las localidades y esperan que su equipo les regale una victoria y el pasaje a la próxima ronda, donde ya espera Lanús.

Ayer, cerca de las 18, el plantel “Xeneize” aterrizó en Formosa y fue recibido por una multitud. (Especial)