Un devastador terremoto sacudió la madrugada del miércoles una serie de localidades montañosas del centro de Italia y dejó al menos 159 personas muertas, 368 heridos, gente atrapada bajo los escombros y un número indeterminado de desaparecidos.
El sismo se produjo en las primeras horas del día, cuando la mayoría de las personas dormía, y destruyó casas y caminos en varias ciudades a unos 140 kilómetros al este de Roma. La cifra de víctimas fue confirmada por el primer ministro, Mateo Renzi.
Aunque la magnitud del movimiento fue sólo de 6,2 -con epicentro cerca de la ciudad de Nursia- el daño que ocasionó fue severo debido a que se originó a poca profundidad, a unos cuatro kilómetros debajo de la superficie.
Los servicios de emergencia distribuyeron una fotografía aérea de la zona afectada que mostraba franjas destruidas de la ciudad de Amatrice, mientras los escombros llenaban las calles de la localidad cercana de Accumoli.
Las imágenes de Amatrice revelaban devastación completa. "No existe más", dijo el presidente de la Región Lacio, Luca Zingaretti.
"Es toda gente joven, es temporada de vacaciones y el festival local estaba por celebrarse pasado mañana, así que mucha gente vino a ese evento Es una catástrofe", dijo Giancarlo, un residente de Amatrice de 65 años.
En Accumoli los edificios que estaban todavía en pie mostraban grietas y daños en su estructura, mientras los residentes se esforzaban por remover escombros con sus propias manos antes de la llegada de los servicios de emergencia.
Una familia de cuatro personas, incluyendo dos niños de 8 meses y nueve años, murió en una casa que se derrumbó en esa localidad.
El alcalde de Accumoli dijo que unas 2.500 personas quedaron sin hogar. El terremoto causó daños en ciudades de las regiones de Umbría, Lacio y Las Marcas.
Un reportero de Reuters dijo que el hospital de la ciudad fue gravemente dañado por el terremoto, por lo que los pacientes fueron trasladados a la calle. La RAI informó que dos niñas afganas, que se cree eran solicitantes de asilo, también estaban desaparecidas en la ciudad.
Las réplicas, la más fuerte de magnitud 6,0, provocaron alarma también en Roma y se sintieron hasta en Bolonia y Nápoles. "No dejaremos a nadie solo, ninguna familia, ningún condado, ninguna comunidad", dijo el primer ministro Matteo Renzi, que viajará en la tarde a la zona afectada.
Angela Merkel dijo que Alemania podía ayudar a Italia si el país lo requería. "Las fotografías que hemos visto son horribles. Estamos listos para hacer todo lo que podamos para ayudar a Italia si es necesario", afirmó la canciller en una conferencia de prensa en Estonia.