AMATRICE/ROMA.- Los rescatistas corren una carrera contra el tiempo para encontrar sobrevivientes del fuerte sismo que sacudió a primera hora de ayer el centro de Italia, mientras la cifra de muertos subía -al cierre de esta edición- a 159, según el primer ministro Matteo Renzi.
“No es el número definitivo”, dijo Renzi durante una visita a la región afectada. “Se trata de un dolor sin fin”, añadió el primer ministro, ya que involucra historias de vida, personas y familias.
Un total de 368 heridos y enfermos fueron rescatados de las dos localidades más gravemente afectadas, Amatrice y Accumoli, en la región de Lazio, luego de que se registrara un devastador sismo de 6° a la1.36 GMT.
Renzi sostuvo que Italia estaba unida solidariamente para hacer frente a los grandes desafíos tras el sismo. Decenas de personas siguen desaparecidas. Las posibilidades de encontrarlas con vida se van reduciendo.
A la vez, se teme que la cifra de muertos continúe incrementándose, ya que numerosas víctimas se encuentran atrapadas bajo los escombros. “Éste es un pueblo que está muerto. Está completamente destruido”, dijo el estudiante Federico Rocchi, en Amatrice, y agregó que había perdido muchos amigos.
También pudo sentirse el movimiento telúrico hasta Roma, que se encuentra a unos 150 km al sudoeste del epicentro, a una profundidad de 4,2 km en un área arbolada en la provincia de Rieti. Fue seguido por más de 50 réplicas, la más fuerte de ellas de una magnitud de 5,4°.
La Protección Civil italiana continuaba con la instalación de tiendas de campaña, cocinas y baños en terrenos descampados, en tanto se acondicionaban colegios o gimnasios para alojar a las miles de personas que pasarían la noche fuera de sus casas.
Al mediodía, el jefe de gobierno prometió a la región afectada por el terremoto todo tipo de ayuda. “No dejaremos a nadie solo”, apuntó ante la prensa en Roma.
El alcalde de Amatrice, Sergio Pirozzi, explicó que “hay muchas personas bajo los escombros. Estamos preparando un lugar para los cadáveres”, añadió. “Media localidad resultó arrasada”, añadió a la emisora Rainews 24.
El habitante Eraldo Di Giacomo se refirió a una gran devastación: “todo colapsó, casas, todo”. “Todo está roto”, manifestó.
El hospital de Amatrice fue evacuado y sus 15 pacientes debieron salir a la calle. Personas heridas por el terremoto también fueron trasladadas hasta allí.
Aunque se registraron señales de esperanza. Un niño fue sacado con vida de los escombros en la localidad de Pescara del Tronto. Médicos también liberaron a un niño de seis años en Amatrice, aunque su hermano mellizo permanece desaparecido.
Dos horas después del sismo, el alcalde de Accumoli, Stefano Petrucci se quejó de que los servicios de emergencia no hubieran llegado, poniendo vidas en riesgo, porque a nivel local había escaso equipamiento para buscar sobrevivientes. “Es un escándalo”, dijo Petrucci.
La Cruz Roja Alemana indicó, por su parte, que las labores de rescate serán difíciles por el terreno montañoso de la región.
Mientras tanto, la Unión Europea ofreció toda la ayuda posible, incluyendo acceso a sus servicios de navegación satelital para medir mejor la situación.
“Como siempre somos solidarios con la nación italiana y estamos listos para ayudar de la forma en que podamos”, tuiteó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
El presidente italiano, Sergio Mattarella, apeló a la solidaridad durante un “momento de dolor y de llamado a la responsabilidad común”. “La necesidad inmediata es comprometer a todas las fuerzas para salvar vidas, atender a los heridos y asegurar las mejores condiciones para los desplazados”, afirmó.
El papa Francisco dijo que se había quedado sin palabras. “Escuchar al alcalde de Amatrice diciendo que la localidad ya no existe y saber que entre las víctimas hay niños me ha conmovido mucho”, afirmó el jefe de la Iglesia católica. Barack Obama llamó a Mattarella para ofrecerle las condolencias, al igual que la canciller alemana Ángela Merkel.
Entretanto, arqueólogos se reunían en el Coliseo de Roma para determinar si el monumento sufrió daños por las réplicas. (DPA)