ASUNCIÓN.- El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, visitó esta mañana un destacamento de las fuerzas de seguridad en el norte del país en un intento por mostrar apoyo a los efectivos, a quienes les pidió mantener la determinación pese al luto.
Un grupo de militares fue emboscado con un explosivo casero y luego atacado a tiros ayer en la localidad rural de Arroyito, en una zona considerada de influencia del grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), según informó Reuters.
El mandatario, del conservador Partido Colorado, visitó la base de operaciones de los uniformados en Horqueta -a unos 50 kilómetros del lugar del ataque- junto con el ministro del Interior, Francisco de Vargas, y jefes policiales y militares.
"Mi trabajo es procurar que no le falte absolutamente nada a los más valientes, a quiénes nos honran y ponen la vida. Cuenten con el presidente", dijo Cartes a los soldados. "Si hay algo que mejorar, mejoraremos. Pero esta es la hora, este dolor hay que transformarlo en éxito", agregó.
El mandatario fue blanco de duras críticas de políticos la oposición que cuestionaron su estrategia de seguridad y el desempeño de la Fuerza de Tarea Conjunta, creada por Cartes en el 2013 para erradicar al EPP, un grupo de izquierda que aspira convertirse en una guerrilla similar a las FARC de Colombia.
Además, los opositores pidieron la destitución del ministro del Interior. En tanto, las autoridades no divulgaron mayores detalles sobre qué acciones tomaría el Gobierno tras el ataque. Horas antes, tras llegar de una visita oficial a México, Cartes dio un mensaje en el que expresó sus condolencias a las familias de los fallecidos y prometió una guerra frontal contra los narcoterroristas del norte.
"Como presidente de la república, soy responsable de la sangre de los héroes de Arroyito y voy a honrar su sacrificio. Me comprometo con todos ustedes a ponerme personalmente al frente de esta guerra contra el terrorismo y obtener resultados contundentes", dijo Cartes cerca de la medianoche del sábado.