Al comienzo de los’50, se afirmaría notablemente “El Mercurio” (1952), tabloide fundado y dirigido por Ángel Enrique Raffo. Estaba dedicado a la información económica, comercial y forense, y se publicaría regularmente durante siete años desde entonces. Data también de 1952 una amena revista local de temática “social” y de cultura: “Estampas del Norte”. Aparecía mensualmente bajo la dirección de Andrés G. Aparicio y Saturnino Rodríguez.
Las trabas que sufría el periodismo independiente ceden en 1955, cuando es derrocada la segunda presidencia de Juan Domingo Perón. En 1956, además de “El Mercurio”, Angel Enrique Raffo empieza a editar un diario de la tarde de gran popularidad, que terminará desplazando al primero.
“Noticias”
Se trata de “Noticias”. El vespertino aparecerá regularmente a lo largo de las siguientes dos décadas. Lo caracterizaban los editoriales y las “campañas” combativas, y el frecuente tratamiento sensacionalista de algunas informaciones. Su director fue sancionado con 30 días de arresto por el Senado de la Provincia (julio de 1959), medida que mereció el repudio de toda la prensa del país. Además, la sede del diario fue objeto (octubre de 1971) de un sangriento ataque armado de extremistas. Raffo murió trágicamente en junio de 1973, cuando un familiar lo atacó a tiros en la calle. Tres años más tarde (junio de 1976) “Noticias” dejó de editarse.
En 1956, la Federación Económica de Tucumán lanzó, como órgano institucional, “Voz Empresaria” de publicación intermitente, y apareció el efímero tabloide, “Volveremos”, que se proclamaba “auténtica expresión del pueblo argentino”, dirigido por Roberto Zavalía Matienzo.
Breve “Libertad”
En 1958, empezó una corta segunda época de “Aconquija”, mientras los estudiantes humanistas de Derecho lanzaban su revista, “Verbum”. El 27 de julio de ese año, con bombos y platillos, salía a la calle el diario “Libertad”, cuyo director era el abogado Eloy Suárez (h) con Antonio Maris como subdirector. Parecía resuelto a hacer competencia al liderazgo de LA GACETA, pero dejó de publicarse en diciembre de ese año.
En la primera mitad de la década de 1960, previa a la denominada “Revolución Argentina” de 1966, se registran publicaciones de muy corta vida y de tono político. Por ejemplo, el tabloide “Pueblo”, dirigido por Alfredo Solís, que tenía como acápite una frase de Hipólito Yrigoyen: “el Radicalismo es la religión cívica de la Nación” (1964); “El Redoble”, tabloide sensacionalista de Julio Guatelli, de aparición esporádica hasta comienzos de los 70 (1965); “Hoy en el desarrollo del Noroeste”, tabloide que dirigía Lina Rodríguez de Portero.
1966 fue el año de la llegada de la televisión a la provincia, con LW83 Canal 10, de la Universidad Nacional de Tucumán. Simultáneamente, inauguró sus emisiones LRA15 Radio Nacional Tucumán: en 1978, sería la primera emisora local con frecuencia modulada.
“Última” y “Nueva”
Una interesante experiencia de 1966 fue la revista mensual de información general, “Última línea”, conducida por Tiburcio López Guzmán y Arturo Álvarez Sosa. Los diestros periodistas le imprimieron la originalidad de su estilo y lo novedoso de los temas: era como una versión tucumana del entonces famoso semanario porteño “Primera Plana”. Se editó hasta enero de 1968. “Nueva Línea”, dirigida por Álvarez Sosa y Jorge Wyngaard (1968), de corta vida, sería en cierto modo su continuadora y se editó durante casi dos años.
De esa década fueron también “Extra en la Noticia”, revista semanal, dirigida por Miguel J. Krinner, de esporádica aparición, y “Norte Económico”, de Hugo G. Lastra Paliza, (1969), tabloide que publicaba edictos judiciales. En el terreno literario, se inició una segunda –y brevísima- época de “Norte”, con formato de periódico, editada por el Consejo Provincial de Difusión Cultural, que había aparecido como revista en la década del ‘50.
En los años 1970, la sustitución de la impresión en plomo por el “offset”, facilitó el arribo de varias publicaciones de vida efímera.
Gracias al “Offset”
Algunos ejemplos son “La Verdad”, dirigida por Florio Buldurini (1971); “El Justicialista”, órgano oficial del partido, con el doctor Daniel Posse Cuezzo como editor e Iván Aníbal Vacaflor como editor (1971); el tabloide “La Voz del Pueblo”, dirigido por Arturo Fonseca (1971); la revista “Escenario” dirigida por Julio O. Picabea (1972); “Perfiles”, revista mensual “del interior para toda la provincia”, dirigida por René Cárdenas (1972); “Sépase”, periódico tabloide, dirigido por Raúl Ávila (1972), por ejemplo.
En la lista debe incluirse a “Enfoque”, un periódico “independiente”, dirigido por Carlos A. Macías y Miguel Bustos (1973); “Tercer Mundo”, revista dirigida por Rafael A. Argañaraz (1974) y “Esto es periodismo del NOA”, dirigida por Alberto Llaryora.
En 1976, un nuevo golpe militar vuelve a romper la legalidad y a instalar fuerte censura en la prensa. De ese tiempo son “El Trópico de Tucumán”, tabloide vespertino, dirigido por José María Ferro (1977), o “Tucumán Avanza”, dirigida Enrique Alfredo Treglia (1978). En Concepción, Víctor Esteban Pavelka, dirigía el periódico “El Tiempo”.
“El Pueblo”
Se destaca, en ese turbulento decenio, la aparición del matutino “El Pueblo”, tabloide fundado y dirigido por el doctor José Ignacio García Hamilton, que apareció en 1972 y se editó hasta 1975. Al poco andar, su empresa editorial lanzó también un periódico deportivo, “Ovación”. Los tiempos que se vivían acarrearon a “El Pueblo” grandes dificultades. En 1974, un artefacto explosivo dañó seriamente sus instalaciones, y en 1975 su director fue puesto en prisión a disposición del gobierno militar, lo que motivó un enérgico reclamo de ADEPA.
También data de 1972 “Aconquija”, que se presentaba como “de Tucumán para el país. Revista mensual de artes, ciencias y cultura” (1976). La dirigían Guillermo Dávalos y Orlando Chimirri y publicó material de calidad en su breve vida.
“La Tarde”
En la penúltima década del siglo, se destaca “La Tarde”, vespertino que lanzó a la calle la sociedad editora LA GACETA el 3 de junio de 1981, y que dirigía Enrique R. García Hamilton. Apareció luego de varios meses de ensayos y pruebas, con un cuidadoso diseño en formato tabloide. Buscaba, declaró, “cubrir una necesidad informativa de los tucumanos, procurando ser un diario ágil, ameno, simple en la lectura y veraz en la información”. Se editó regularmente hasta el 11 de octubre de 1991.
Los primeros años de ese decenio y hasta la reinstalación de la democracia, aparecieron algunas otras publicaciones. Por ejemplo, “Tucumán Gráfico”, revista, dirigida por Miguel J. Krinner (1980); “Usted y el Noa”, dirigida por Carlos Abel Stordeur (1980); “Unión Nacional”, dirigida por José Manuel Avellaneda (1981), “El Domingo”, periódico “de información general” de Yerba Buena, dirigido por José Luis Marqués Bonet, por ejemplo.
Otro canal y cable
Después de restaurada la normalidad constitucional, se contabilizan varios otros periódicos de Tucumán. Por ejemplo, “La Página”, semanario “de interés general”, dirigido por Jorge Horacio Monti (1983); “Contraseña”, revista, con Rafael Palacios como director (1984); “La Provincia”, periódico “independiente de información general”, sin mención de editor (1988); “La Noticia”, periódico de Concepción, dirigido por José Luis Pavelka (1989). Todos fueron de efímera vida.
En materia de televisión, un importante suceso de esos años constituyó la llegada de un segundo canal de aire: LRK 458 Canal 8, de la firma Televisora Tucumán Color SA, que inició sus transmisiones el 8 de diciembre de 1983. Cuatro años después, en los primeros días de abril de 1987, inauguró sus transmisiones en Tucumán la gran novedad de la televisión por cable, que se haría instantáneamente popular. El canal, que aparecía en la frecuencia de Canal 3 TV, era propiedad de la Compañía de Circuitos Cerrados SA, “CCC”. En los ‘90, se sumaría Argentina Televisora Satelital, “ATS”.
“Siglo XXI”
A fines de 1990, apareció un nuevo diario en Tucumán. Se llamaba “Siglo XXI”, fundado y dirigido por Eduardo García Hamilton y con formato tabloide. Se editaría regularmente hasta octubre de 1999, y fue el primero que imprimió en color en la provincia. En su última edición (19 de octubre) anunciaba que se transformaría –con nuevos propietarios- en el diario “El Siglo” que apreció desde el día siguiente, conducido por Juan Carlos Álvarez Asenjo.
En 1994, lanzó su primer número una publicación dominical, “El Periódico”, dirigido por Alberto Llaryora. En 1999 pasó a tener aparición diaria, y cesó de editarse en septiembre de 2001. Reaparecería en diciembre de 2005, para cerrar definitivamente en 2013.
Fundada y dirigida por Tomás Luciani, en 1997 empezó la revista semanal “Contexto”, de cuidadosa impresión. Años más tarde abandonaría el soporte de papel para convertirse en digital. Otras publicaciones del final de los 90 son, por ejemplo, “Travesías por Tucumán”, como “guía de turismo y negocios”, dirigida por Rubén Isaac Vázquez (1998); el semanario “Aconquija”, sin mención de editor, que aseguraba contener “la verdad sobre hechos y protagonistas del sur tucumano” (1998).
“El Tribuno”
Ya en la nueva centuria XXI, salen a la calle, por ejemplo: “Contramano”, de “periodismo joven”, obra de un grupo editor que formaban, entre otros, José Ignacio Sbrocco y Ester Azubel (2002); “El Ciudadano”, periódico tabloide (2002); “La Semana de Tucumán”, dirigido por Néstor Luna (2002); “Dixi (He dicho)”, dirigida por Irene Benito (2002); “Panorama”, revista dirigida por Rafael Bulacio (h) (2003); “Comunicar T”, revista “de comunicación” editada por la Universidad Santo Tomás de Aquino (2005); “Yerba Buena”, revista mensual, dirigida por Carlos Fioretti, de distribución gratuita (2005). La nómina, por cierto, dista mucho de ser exhaustiva.
En octubre de 2005, el diario salteño “El Tribuno”, dirigido por Roberto Eduardo Romero, puso en la calle su edición tucumana, en formato tabloide.
Actualmente existe la formación universitaria de periodistas. Desde 1998, la licenciatura en Comunicación Social, en la Universidad Santo Tomás de Aquino; desde 2004, la licenciatura en Ciencias de la Comunicación, en la UNT, y desde 2015, la licenciatura en Periodismo, en la Universidad San Pablo-T.