Pudo ser una verdadera tragedia en la Fórmula 1, sin embargo, no pasó de accidente. El protagonista fue el piloto Kevin Magnussen, hombre de la escudería Renault que estuvo a segundos de quemarse vivo en el medio de una prueba.
El accidente sucedió durante la primera sesión de entrenamientos previos al Gran Premio de Malasia, que se lleva a cabo en la ciudad de Sepang.