La relación entre los gobiernos nacional y provincial transita una de sus semanas más tensas. El lunes, delegados comunales e intendentes faltaron masivamente a una reunión con la jefa de Gabinete de Obras Públicas de la Nación, Claudia Rojas. Luego, el martes, el gobernador Juan Manzur desistió de asistir a un desayuno con el presidente, Mauricio Macri, para hablar sobre la reforma política. Así, los cruces verbales subieron de tono, al punto que el vicegobernador Osvaldo Jaldo, ayer, reclamó más obra pública al macrismo.
“Sostenemos una convivencia democrática y respetuosa con la Nación, y en ese marco hemos presentado proyectos. Pero hicimos planteos concretos. Con el presupuesto provincial afrontamos nuestras obligaciones esenciales, pero es de público conocimiento que las provincias del NOA y del NEA necesitan de la ayuda del Estado nacional para obras de infraestructura”, dijo.
El presidente de la Legislatura, aunque sin mencionarlos, pareció referirse a tucumanos que ocupan cargos nacionales: el titular del Plan Belgrano, José Cano; el secretario de Vivienda, Domingo Amaya; y el titular de AySA, Pablo Walter. “A los tucumanos no les interesa la paternidad de los trámites. Les interesa que la obra pública llegue como con gestiones anteriores. Apostamos a que la obra pública nacional siga llegando. Apuntamos a que en las elecciones de 2017 no nos divida”. afirmó.
Jaldo se refirió al encuentro que mantuvo Macri el martes con gobernadores peronistas. “En todas la reuniones tendremos acuerdos y disensos, y todos los que participemos tendremos que respetar las posturas dentro del marco democrático, como lo hacemos en Tucumán”, aseveró
“Tucumán es una de las provincias del interior que más avanzada está en materia de reforma política electoral. Todos los espacios políticos que componen la Legislatura han estado presentes en la primera reunión de puesta en función de la comisión que va a realizar la reforma política”, ponderó.
El contrapunto
Ayer, el radical Cano compartió actividades con el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, y se encargó de repudiar las actitudes asumidas por el oficialismo provincial.
“Tucumán está entre las provincias que más recursos para obras recibirá el año próximo en todo el norte. Es injustificable que, después de más de un década de gobiernos millonarios, la mayoría de quienes viven en el interior no tengan agua y cloacas. La realidad es que la obras no están y que muchas no tienen ni proyecto”, planteó. Y cargó contra Manzur. “Hay quienes siguen mirando la política desde su propio ombligo. La lógica alperovichista se cuela siempre en la actual administración. Se exige mucho a la Nación, pero no tenemos precisiones de lo que se tiene proyectado hacer con un presupuesto muy importante como el que tiene Tucumán. Hace falta que se coparticipen recursos a municipios y comunas, sin el criterio de caja única que impuso José Alperovich hace más de una década. Hay mucho que discutir en nuestra casa como para seguir culpando a la Nación de todos nuestros males”, arremetió el dirigente opositor.
Finalmente, aseguró que el gobernador esquiva el debate sobre la reforma política y que por eso faltó el martes a la cita en Olivos. “Se llenan la boca hablando de transparencia, de respeto por la voluntad popular y de diálogo, pero se oponen a cualquier cambio que ponga en riesgos sus privilegios. La hipocresía sigue siendo política de Estado en Tucumán”, bramó. “Manzur sigue al pie de la letra el libreto que le impone Alperovich. No aceptan los cambios en el sistema electoral porque la única forma de sostenerse en el poder es apelando a reglas de juego tramposas como las que rigen en Tucumán. Impusieron el voto electrónico en la Constitución que ellos crearon y llevan 10 año sin aplicarlo. Son gatopardistas profesionales que ya no pueden ocultar su doble cara”, cerró el referente de Cambiemos.