En las paradas más complicadas es donde tienen que aparecer los referentes de un grupo. Y eso ocurrió el viernes a la noche en el estadio de Central Córdoba de Santiago del Estero, donde San Martín rescató un punto (0-0). Alexis Ferrero sacó a relucir toda su capacidad futbolística y su voz de mando para constituirse en un obstáculo insalvable para los atacantes locales.
El oriundo de Cañada de Gómez se la ingenió junto a Rodrigo Moreira para anular cualquier intento ofensivo del anfitrión. “Nuestra tarea no fue para nada fácil, pues teníamos que lidiar primero con Osvaldo Miranda y luego con Pablo Vilches, dos de los mejores delanteros de la categoría. Por suerte nos complementamos muy bien en defensa. Esto permitió que no pasáramos tantos sustos como se podía prever en un primer momento. Ellos sólo llegaron con algunos centros, nunca con jugadas asociadas”, dijo el capitán.
En cierto momento de la charla con LG Deportiva, Ferrero reconoció que, en términos generales, no se jugó un buen partido. “Necesitamos dar algo más de lo que mostramos en este cotejo. En esta ocasión, el equipo no mostró el juego que tuvimos en los últimos encuentros. A mi entender, lo que pasó fue que estuvimos muy imprecisos. A pesar de ello, si en los últimos 15 minutos hubiéramos tenido mayor lucidez a la hora de definir las situaciones que generamos, nos podríamos haber llevado los tres puntos. Todo parecía indicar que no era nuestra noche, por eso nos tuvimos con conformar con el empate”, dijo.
Ferrero considera que este punto recién se puede llegar a potenciar si el próximo miércoles, en La Ciudadela ante Boca Unidos, se logra rescatar una victoria. “Al final del partido y ya en los vestuarios coincidimos en valorar la unidad conseguida en un reducto complicado, pero ya teníamos que empezar a pensar en el próximo compromiso, donde tendremos que ganar sí o sí”, señaló.
Cuando se le preguntó para que está San Martín en este torneo, fue sincero: “por momentos, nos ilusionamos mucho”. “Creo que hicimos buenos partidos, especialmente de local. Lo que ocurre es que nos está faltando adquirir la regularidad que se necesita para ser protagonistas -agregó-. Muchas veces, nuestro juego no tiene la lucidez que se requiere para establecer supremacía sobre el adversario de turno”.