La derrota contra Mitre cerró una serie de amistosos que dejaron miradas contrapuestas.
Por un lado, Diego Cagna se dio el gusto de aprovechar el a esta altura interminable parate a causa de los problemas entre los dirigentes del fútbol y AFA para darle mayor rodaje a sus jugadores. Pero inesperadamente, durante ese lapso saltó a la luz un inesperado déficit del equipo.
La primera parte de la temporada había terminado con un San Martín al que le faltaba un poco de “pimienta” en los metros finales. Por eso, en Bolívar y Pellegrini decidieron ocupar los dos cupos disponibles para refuerzos, con mediocampistas con vocación ofensiva.
Así llegaron Juan Galeano y Leandro Gracián; y poco a poco, el equipo comenzó a mostrar una evolución en la generación de fútbol. Las variantes para aproximarse al arco rival no faltaron. Además, Cagna movió algunas piezas respecto al equipo que terminó jugando el año pasado y definió una manera de jugar muy ofensiva; con muchos jugadores que pisan el terreno rival.
Pero claro, esa idea del entrenador trajo aparejada la descompensación defensiva; con varios goles en contra. “Más allá de que no pudimos ganar durante la pretemporaada hicimos algunos partidos buenos. Aunque es cierto que nunca es bueno perder; que una derrota no te deja conforme”, explica Alexis Ferrero, capitán y referente “santo”.
Más allá de que las cosas no salieron tal cual estaban previstas, el central tiene plena confianza en la idea del DT. “Debemos ir al frente y minimizar el margen de error. La idea de Diego está clara; pero tenemos que ajustar el retroceso y las jugadas de pelota parada. Creemos que es lo mejor por la clase de jugadores que hay, por eso debemos seguir apuntalando ese tema”, remata.
“Los amistosos no reflejaron el rendimiento en sí que tuvimos. Hubo partidos en los que hicimos muy bien las cosas, pero no pudimos ganar. Debemos seguir trabajando porque la idea del entrenador es clara y todos estamos convencidos de que es lo mejor”, agrega Agustín Briones, dejando en claro que la nueva manera de jugar no es nada traumática. “No nos pesa la responsabilidad de ir a buscar los partidos. Es un riesgo que asumimos como equipo desde el inicio de la pretemporada. Somos un equipo grande que debe ser protagonista. Además, los refuerzos que llegaron son jugadores para hacer ese juego y estamos convencidos en que todo va a salir bien. Debemos ajustar los detalles”, agrega.
Por último, Briones enumeró los puntos en los que se debe pulir detalles. “Sumamos mucha gente en ataque; por eso debemos presionar y reagruparse rápido cuando perdemos la pelota. Si ajustamos eso vamos a andar bien. Estamos convencido de que será un buen semestre”, cierra el volante central que al igual que todos en Bolívar y Pellegrini le pone el pecho a la situación y confía en que todo saldrá bien.
Un fuerte rodillazo lo obligó a dejar el campo en el entretiempo del duelo contra Mitre.
Leandro Gracián terminó el domingo muy dolorido. Sin embargo, en diálogo con LG Deportiva había sido optimista. “Es sólo un golpe, con el paso de los días el dolor irá desapareciendo”, había explicado el volante ofensivo y no se equivocó.
Ayer, cuando el plantel retomó los entrenamientos en el complejo “Natalio Mirkin”, se lo vio bastante recuperado de su dolencia. “Si bien realizó trabajos diferenciados, está bien. Seguramente mañana (por hoy) volverá a entrenarse con normalidad”, explicó Daniel Feldman, uno de los médicos del plantel.
En tanto, Diego Cagna recibió otra buena noticia. César Abregú, quien arrastraba un fuerte golpe en su pierna derecha, se mostró recuperado y ya trabajó a la par de sus compañeros.