BUENOS AIRES.- Gerardo Martínez, jefe de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), estaba entre el público, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, cuando el presidente Mauricio Macri lanzó sus críticas hacia la medida de fuerza anunciada para este jueves por la Confederación General del Trabajo (CGT).
“Respeto su decisión, compañero sindicalista, pero no la entiendo y no ayuda en nada a los trabajadores. Lamento que se adhiera al paro; un paro que va a costar más de $ 15.000 millones, Gerardo”, indicó el jefe de Estado.
El mensaje, que puede ser interpretado como un síntoma de la tensión en las relaciones entre el Gobierno nacional y los sindicatos, fue lanzado en el lanzamiento del Acuerdo Federal por la Construcción, un programa que busca impulsar uno de los sectores más sensibles a los vaivenes de la economía.
Luego, en diálogo con la prensa, Macri profundizó sus cuestionamientos. “Este paro que vamos a tener el jueves no sirve de nada, no ayuda a los trabajadores porque lo que ayuda es construir desde sentarse en una mesa; asumir que todos tienen que poner su parte porque si no, nada sale, si todos quieren conservar el 100% de las prebendas que se tenían equivocadamente, acá es un país que se está construyendo a sí mismo, mirando a ver qué tenemos para sumar”, señaló el mandatario, en una crítica solapada a la relación que tenían algunos de los gremios en disputa y el kirchnerismo.
Martínez no se guardó las réplicas. “Vamos a ir a la huelga general. Es una decisión soberana (de la CGT), ya determinada; lamentablemente no hubo otra opción y se tuvo que llegar a esa instancia, no era lo que nosotros pretendíamos”, enfatizó Martínez. El gremialista argumentó que en su sector se perdieron “más de 80 mil puestos de trabajo desde julio de 2015”. De todas formas, renovó su esperanza de que el Gobierno “actúe” y reanude la articulación de la “Mesa de Diálogo” con empresarios.
Carlos Acuña, integrante del triunvirato de la CGT, le reclamó a la Nación que revea las recetas que está aplicando. “Después del 6 de abril queremos que el Gobierno rectifique el rumbo y que corrija lo necesario”, anticipó. Además rechazó las expresiones del Presidente, quien había advertido que dará la “batalla de sacar el poder a cada uno de esos mafiosos que no construyen futuro”, en alusión a los gremialistas críticos a su gestión. “Este gobierno fue elegido por cuatro años y tiene que gobernar. La Confederación General del Trabajo siempre defendió la democracia, y nadie está en contra de ella”, aseguró Acuña. Ratificó en ese sentido la huelga general. “(La CGT) convoca a no ir a los lugares de trabajo en protesta por la política económica de este gobierno, que atacó el bolsillo de los trabajadores”, indicó.
El otro triunviro de la central obrera, Héctor Daer, estimó que “la sociedad va a acompañar muchísimo” la medida de fuerza. Incluso, defendió que las organizaciones sindicales promuevan la participación de los manifestantes facilitándoles colectivos. “Hay gente que no podría llegar a la Plaza de Mayo si no es porque la ayudan. Hay gente que está muy bajo en la situación social”, remarcó.
Otro referente de la GCT, Juan Carlos Schmid, también objetó que se hablara de mafias en los gremios. “(Hay) mucha tela para cortar puertas para adentro (del gobierno) en lugar de depositar los ojos en los sindicatos. (Hay) negociados de corrupción y la penetración de los intereses económicos en el ejercicio de la política”, indicó Schmid.
“Batiendo el récord”
Para rebatir los argumentos de la CGT sobre la política de ajuste económico, los despidos y la recesión, el presidente Macri resaltó en el acto en Casa Rosada que “este trimestre estaremos batiendo el récord de la historia de obra pública”.
En esa misma línea, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró que los funcionarios del Gobierno “no nos fuimos ni nos iremos de ninguna mesa de diálogo nunca”. Reafirmó luego su postura ante la medida de fuerza. “No creemos que el paro nacional ayude en nada a la realidad de los trabajadores porque no tiene ninguna consigna, ni demanda puntual”, manifestó.
“No hay ninguna demanda de la CGT que no haya sido atendido por este gobierno”, aseguró Peña en una conferencia de prensa posterior al acto. Y advirtió que los sindicalistas están siendo “arrastrados” por los “sectores que quieren una agenda de conflicto y de ruptura”.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, también lamentó el paro general, al sostener que “se hace en un marco de diálogo” entre el Gobierno y la dirigencia sindical. “A nuestro juicio el paro no ayuda, no contribuye, porque el paro es la última instancia, y el diálogo se mantiene, no se cortó. Es un día que se pierde para la producción”, afirmó el funcionario. (DPA-Télam-Especial)