Todo comenzó en San Luis, con una denuncia. El miércoles 23 de marzo, Lucas Gómez, el padrastro de una niña de 12 años salió ante las cámaras a pedir ayuda para encontrar a la chica. Según su versión, ese día él la dejó en el colegio como siempre, a la mañana, y a partir de allí no supo más de ella. ¿Su mamá? Carina Di Marco, estaba en reposo en la maternidad, recién daba a luz a una bebé en común con Gómez.
Conmoción en el país, búsquedas intensas, declaraciones y movilizaciones. Más de 36 horas pasaron hasta que se conoció la peor noticia: el cuerpo de "Flopy" fue hallado sin vida, debajo de un puente 43 kilómetros de su hogar. Al otro día, Gómez fue detenido por la Policía.
"Sufrió una muerte por asfixia por estrangulamiento. Fue violada con una violencia y agresividad notables. Además presentaba signos de abusos previos de larga data", dijo el perito en aquel momento.
Las pruebas que apuntaban al padrastro fueron: la filmación de un peaje que registró el paso de su auto hacia el embalse Saladillo -donde se halló el cadáver de la niña-; un identikit elaborado por la División Homicidios de la Policía de San Luis en base a algunos testimonios; el historial de búsqueda de su computadora, en donde aparecían casi 150 videos pornográficos de menores, y los cambios repentinos en su look en las últimas horas. El único acusado se negó a declarar pero a pesar de eso continuó preso.
Pasaron los días y la investigación siguió su curso. Después de tomarle declaraciones a varias personas allegadas a la víctima, una duda muy grande seguía inquietando a Virginia Palacios, la jueza del caso: ¿cómo podía ser que la madre no se haya dado cuenta?. Las palabra de las maestras de "Flor" en la que aseguraban que la niña avisó que su padrastro la tocaba, llegaron al despacho de Palacios y encaminaron la causa.
La víctima de 12 años tenía dos hermanitos -más pequeños- de los que, en ese momento, no se conocía nada. Con la bebé recién nacida en brazos, Di Marco salió a hablar ante las cámaras pero su cambio de discurso solo la ayudó a ensuciar su imagen. A partir de esto, Palacios decidió someter al mayor de los varones a Cámara Gesell y así lo hizo. Minutos después, la jueza pidió la detención de la madre de "Flor".
Con ambos padres detenidos, los menores quedaron a cargo de su tío. Desde aquel día hasta hoy, pasaron 49 días. Ayer, el padrastro fue hallado muerto en su celda. Estaba procesado por "abuso sexual con acceso carnal, doblemente agravado" y "homicidio agravado criminis causa, por perpetrarse con alevosía y mediar circunstancias de violencia de género". Dejó tres cartas dirigidas a sus hijos, su esposa y su madre, según afirmó un funcionario judicial.
"La carta a sus hijos es una carta de despedida y que los quería mucho. A su madre le pidió que los cuide y a su mujer le decía que él no había matado a Florencia, que la noche del hecho la encontró colgada en su habitación y que empezó a tomar y a consumir drogas y que tiró el cuerpo en otro lado porque pensó que le iban a echar la culpa", afirmó el juez penal Sebastián Cadelago.