Un aspecto importante, al plantear la rotación, es ajustar su intensidad a la realidad climática y productiva de cada zona, principalmente a la disponibilidad de agua, comentó Daniel Ploper, Director Técnico de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).

La intensidad hace referencia a la cantidad de cultivos en un período de tiempo. La rotación será más intensa cuantos más cultivos se realicen en un número determinado de años. En síntesis, la rotación de cultivos produce efectos favorables en el sistema, proporcionando mayor estabilidad de producción, aumento de la capacidad productiva del suelo y el consecuente aumento de la rentabilidad en el sistema agrícola como un todo.

Sistema productivo

En el planteo técnico se debe analizar a fondo el sistema productivo que se pretende implementar en un lote, prestando atención a los cultivos que se van a incluir en la secuencia y el paquete agronómico que se utilizará, que contemple las tareas de preparación del suelo, las variedades y los híbridos a incluir, los esquemas de fertilización y de manejo integrado de plagas, etc.

Existe, al presente, mucha información, pero que aún debe integrarse en sistemas productivos.

Incentivos

En el aspecto económico, sin lugar a dudas que se deben implementar políticas que estimulen al productor a sembrar gramíneas estivales. Un buen paso se dio con la eliminación de las retenciones al maíz, pero todavía se puede y debe hacer más, en especial para disminuir el impacto del flete cuando se envía la producción a los puertos del país. Políticas activas que estimulen la incorporación de valor agregado en esquemas de producción animal, también son necesarias si es que se pretende que la producción de granos en el NOA sea sostenible.