El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, invitó a una cena a Mauricio Macri y a otros mandatarios latinoamericanos para analizar la situación de Venezuela el próximo lunes antes de la apertura de la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Además, la invitación fue realizada a Michel Temer (Brasil), Juan Manuel Santos (Colombia), Pedro Pablo Kuczynski (Perú) y Juan Carlos Varela (Panamá). No está previsto que Macri viaje a la asamblea de la ONU y será representado ante el organismo por la vicepresidenta Gabriela Michetti.
En Washington el secretario general de la OEA, Luis Almagro, nombró a tres juristas de Argentina, Costa Rica y Canadá para que evalúen si hay fundamentos para llevar al gobierno de Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI) por "crímenes de lesa humanidad".
Todos estos mandatarios son críticos del gobierno del presidente Nicolás Maduro, pero aún así tienen algunas diferencias sobre la forma en que la comunidad internacional debe posicionarse frente a la crisis de Venezuela. La más clara de esas discrepancias fue ventilada públicamente el mes pasado, cuando Trump declaró que Estados Unidos tenía "muchas opciones para Venezuela, incluida una posible opción militar si es necesario".
Esa declaración fue rechazada en masa por los países de América Latina, que abogaron por una solución diplomática y condenaron en forma enfática que se plantee la posibilidad de una intervención armada en el país conducido por Maduro.
Los países latinoamericanos tampoco han apoyado las sanciones financieras que Estados Unidos adoptó contra el gobierno venezolano, e insistieron en que el rol de la comunidad internacional es intentar propiciar el "diálogo", tal como se acordó anoche en República Dominicana. (Télam)