Pablo Sanguinetti - Agencia DPA
La imagen del niño que llora aterrado, con el pelo y la cara ensangrentados, corrió por las redes como ejemplo de la brutalidad de los antidisturbios, el 1 de octubre. Solo había un problema: la foto es de una operación de la Policía catalana en 2012.
Como ocurre cada vez con más frecuencia en elecciones, atentados o acontecimientos de primer orden, la crisis en Cataluña viene jugándose también en medios e internet con noticias falsas, fotos manipuladas, datos sacados de contexto y ejércitos de usuarios dedicados a difundirlos.
Los graves hechos del 1 de octubre entre votantes y policías que tenían orden de impedir la consulta, declarada ilegal por la Justicia, ofrecieron un terreno ideal para sembrar la confusión.
“El fracaso a la hora de comprobar fotos de presuntos heridos en las recientes manifestaciones por la independencia no hicieron ningún favor al periodismo”, reconoció “The Guardian”.
Las fotos falsas o de acontecimientos anteriores se filtraron entre otras reales que reflejaban los excesos de los antidisturbios.
“Cómo las noticias falsas ayudaron a dar forma a la consulta independentista en Cataluña”, tituló el jueves “The Washington Post” un artículo sobre el tema.
El “Post” se basó en “Maldito Bulo”, cuenta de Twitter que fue aclarando casi en tiempo real la información falsa en torno al proceso separatista. “Hay sentimientos implicados de ambas partes y la gente cree cualquier historia que refuerce su argumento”, dijo la periodista de “Maldito Bulo”, Clara Jiménez Cruz.
El “Washington Post” tituló un editorial del 2 de octubre: “Cataluña celebró un referendo. Ganó Rusia”. “Los únicos apoyos de los nacionalistas catalanes son los separatistas escoceses, el Gobierno paria de Venezuela y el aparato de inteligencia y propaganda de Rusia, que movilizó a medios y ‘bots’ (perfiles falsos que replican automáticamente) en apoyo de los separatistas”, dice, y agrega: “Moscú percibe el movimiento catalán como otra vía para debilitar al Occidente democrático”.
A la misma conclusión llegó el diario español “El País” tras analizar webs prorrusas y perfiles de redes que vinculó a campañas por el “Brexit”, la ultraderecha alemana o francesa y, ahora, el independentismo catalán.
Entre los usuarios analizados está el fundador de WikiLeaks, Julian Assange. Refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres desde hace cuatro años, dedicó decenas de tuits a respaldar la soberanía de Cataluña y a hablar de la “opresión” del Estado español.
Las sospechas llegaron al Congreso español. El partido liberal Ciudadanos presentó una iniciativa en la Cámara para que el Gobierno informe sobre la posible utilización del referendo catalán por Rusia “con el objetivo de atacar el proyecto europeo”.