Al comienzo del semestre, la defensa quizás haya sido el sector del equipo de Atlético más criticado. Desde los nombres de los refuerzos, pasando por su rendimiento y hasta por su conducta deportiva. El fenómeno parece ir cambiando de rumbo luego de que el equipo de Ricardo Zielinski, aún sin su máxima figura defensiva (Cristian Lucchetti), recibiera un gol en los últimos cinco partidos. “Siempre trabajamos, pero a veces tenemos más suerte que otras”, asegura Rafael García, uno de los centrales del equipo que comenzó en el banco y ahora es una fija en la zaga, aún antes de la lesión de Franco Sbuttoni.
El uruguayo le atribuye a la suerte los problemas que haya podido tener el equipo al principio del semestre. Nadie duda de que haya habido trabajo, pero quizás no todo haya sido obra del azar. Sin que eso tampoco signifique que la responsabilidad sea únicamente de ellos, los jugadores.
Lo cierto es que la defensa fue la zona que más se renovó en Atlético al final de la temporada 2016/17. Leonel Di Plácido, Bruno Bianchi, Ignacio Canuto y Fernando Evangelista no sólo formaron una defensa que quedará en la historia por haber llegado lejos en la Copa Libertadores, sino una nómina completa que abandonó el equipo antes del inicio del actual torneo.
A partir de ahí, el “Decano” debió rearmarse con nombres extraños, y otros no tanto. Nicolás Romat y Franco Sbuttoni regresaron al club tras experiencias en Huracán y Japón, respectivamente, pero tardaron bastante en recuperar el nivel con el que se fueron. Guillermo Acosta fue improvisado como lateral derecho varias veces, y con muy buenos resultados.
García, Jonathan Cabral, Nahuel Zárate y Cristian Villagra eran completamente nuevos y generaron distintas sensaciones. “Teníamos que ajustar varios detalles y ahora nos estamos sintiendo cómodos los que jugamos y los que les toca entrar”, asegura Cabral, uno de los más discutidos por el público. El ex Racing y Olimpo no empezó bien y, para colmo, fue expulsado en dos ocasiones. Fue un aplazo que levantó casi definitivamente el último viernes, ante Arsenal, cuando jugó su mejor partido desde que llegó.
“Primero hay que defender bien para después atacar. Ese es nuestro trabajo, además de darle confianza al arquero”, agrega Cabral, que junto a García protagonizaron un nuevo partido con la valla en cero, el cuarto de los últimos cinco, para ser más específicos.
“Puede ser, pero repito, es nuestro trabajo”, responde Cabral ante la consulta sobre si los partidos con valla propia en cero son para ellos como goles para los delanteros. Zárate aún no pudo reivindicarse por completo, pero si esto sucede es porque el otro lateral izquierdo, Villagra, lo ha hecho bien. El “Kity” se adaptó a ese carril y es de los que más regularidad mostró atrás.
El 1-0 ante Vélez en Santa Fe, el 1-0 ante Central en Rosario, el 0-0 también contra Central pero en Formosa y el 0-0 frente a Arsenal en el Monumental son las pruebas de que el equipo ha madurado defensivamente, al menos en este pasaje. De hecho, el único que le hizo un gol en los últimos partidos es la pequeña gran estrella de nuestro fútbol, el delantero de Racing Lautaro Martínez. Por suerte, se trató de un gol anecdótico: el descuento de un 3-1 a favor de Atlético definitivo.
“A veces las cosas se dan y otras no”, insiste “Rafa”. Si aceptamos su filosofía, podemos concluir entonces que las cosas “se están dando” para Atlético en defensa y todos esperan que sigan así.