Desde Eslovaquia a Tucumán, un grupo de cuatro bailarines que integran la compañía de ballet Les Slovaks Dance Collective regresan a Tucumán, esta vez para dictar talleres intensivos de danza contemporánea y presentar el Journey Home. El espectáculo se realizará el jueves en la sala Orestes Caviglia (San Martín 251), a las 21.30. Los talleres se dictarán en el Hotel Sol, en la sala Amaicha (San Javier) a lo largo de cuatro días.
“La compañía crea situaciones y atmósferas, desarrolla las escenas de cada uno de los cuatro integrantes como roles protagónicos; el bailarín folklórico, el tipo duro rockero, dos hermanos inseparables o el bailarín ‘silencio de cristal’. Entre las tradiciones de Europa del Este y referencias culturales occidentales, crean un campo de juego en escena, donde se liberan regiones de danza y un tipo especial de teatralidad física que puede emerger”, comenta el bailarín tucumano Martín Piliponsky. “A los talleres van a asistir alumnos de todo el país y también del exterior, viene una bailarina de Chile y otros de Brasil”, comenta Piliponsky a LA GACETA, con mucho entusiasmo, en una entrevista por teléfono. En esta ocasión fue el organizador del evento junto a Solange Courel y con el apoyo del Ente cultural.
Historia
Les Slovaks Dance Collective, es una compañía de danzas tradicionales, conformada por cinco bailarines eslovacos. En esta oportunidad sólo vendrán a Tucumán cuatro de ellos.
Los integrantes se conocieron en su infancia en la escuela Parts, de Anne Teresa de Keersmaeker. En 2006 formaron la compañía, y desde entonces viajan por el mundo presentando sus shows.
En su baile transmiten un lenguaje vivo y desinhibido, expresivo y emocional, vinculado a las tradiciones de la danza de Eslovaquia. En sus creaciones se destaca el folclore de su país, la música y el canto.
El grupo está integrado por Milan Herich, Peter Jaško, Anton Lachký (ausente en esta ocasión), Milan Tomášik y Martin Kilvády; Simón Benoit Thierre es el responsable de la música y Daniels Tom Rik Matty, de la técnica general.
Presentaciones
La compañía de danzas tradicionales de Eslovaquia dio sus primeros pasos con “Opening Night”, estrenada en 2007. Estuvo en escena durante un año y sentó las bases para la forma de trabajo que llevaría a cabo de ahí en más. Con esta obra encontraron el lenguaje del movimiento, que más tarde se llamó “nueva danza tradicional”.
“Journey Home” se estrenó en noviembre de 2009 en Bruselas. La inspiración de esta obra surgió del interés por el canto polifónico tradicional y el juego con lo que los integrantes del grupo denominan “sensibilidad eslovaca”, además del humor, que no falta en sus presentaciones.
Su tercera creación fue “Fragments”, que también se estrenó en Bruselas, en 2013. Sin límites de estilo, lograron construir mundos diferentes, que aparecen en plenitud tan pronto como se desarrolla la escena.
Las tres funciones se pudieron presenciar en el Festival del Cruce, en Rosario, Santa Fe. “Este proyecto surgió hace mucho tiempo, yo desde mi provincia natal y Martín junto a Solange organizaron la visita a Tucumán”, cuenta la rosarina Aymara Parola en una charla por teléfono con LA GACETA.
Parola fue una de las productoras que hizo posible la llegada del grupo eslovaco a la Argentina. “Aunque es un viaje fugaz, será intenso ya que todos los integrantes de la academia participarán de los talleres y dictarán clases; estamos muy ansiosos”, asevera.
Los profesores
Milna Herich abrirá la exposición de talleres. Se encargará de mostrar al público su solo “A solo for Mr. Folk”, una obra que presentó en 2014, en un momento en el que se hacía muchas preguntas, una de ellas era: ¿por qué bailamos?
El bailarín explica que será una clase de estructura simple, en la que se usará música tradicional del este de Eslovaquia. Herich recomienda tener un buen calzado ya que se trata de un trabajo de pies complejo. “La relación entre la música y la danza es integral. Todo lo que necesitas son unos buenos zapatos y resistencia para sobrevivir a este viaje”, resalta.
“En los últimos 25 años he ido buscando a través de la enseñanza y la performance una expresión única y personal”, reflexiona Martin Kilvady. Su clase, “All inclusive”, abarca diferentes elementos interconectados que responden a las preguntas: qué, cómo y por qué. Manejará la destreza, las habilidades personales y la práctica. “Este taller es una ocasión adecuada para que descubran mi arte. La experiencia no depende de tus antecedentes sólo requiere deseo e interés”, afirma.
Peter Jasco describe que en su clase, “Play”, trabará con una “fisicalidad poderosa y frágil”. “Mi inspiración para la clase proviene de cada momento viviente que siento. Comenzaremos con ejercicios poderosos y jugando. Con estas prácticas quiero despertar el cuerpo y la mente. La improvisación o baile abierto será la herramienta para comenzar”, anticipa.
Para Milan Tomášik, el cuerpo es un instrumento hermoso, increíblemente y complejo. “Como bailarines, tenemos que movernos todos los días si queremos mantenernos en forma y pisar el escenario preparado”. El objetivo de Tomášik es conseguir un cuerpo accesible, articulado, virtuoso y rítmico; por eso llamó “Happy Feet” a su clase.