En un nuevo capítulo de su arenga a favor de las armas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en medio de mensajes contradictorios, insistió en darles armas a docentes pero precisó que solo sería para aquellos con experiencia militar para evitar tragedias como la de la semana pasada en una escuela secundaria de Florida, donde murieron 17 personas.
Un día después de recibir a víctimas y familiares de los muertos en el ataque a la escuela de la localidad de Parkland, en Florida, y envuelto en una polémica sobre la venta libre de armas, Trump intentó despegarse de su propia propuesta de armar a los profesores para evitar nuevos tiroteos.
A través de una nueva catarata de mensajes en Twitter, aseguró que "nunca" dijo que les iba a regalar armas a los maestros, sino que especuló sobre "la posibilidad de darle armas ocultas a maestros con experiencia en entrenamiento militar. Sólo a los mejores".
"El 20% de los maestros, muchos, ahora sería capaz de devolver el fuego inmediatamente si un psicópata salvaje llega a una escuela con malas intenciones" dijo e insistió en que una escuela "libre de armas es un imán para gente malvada. ¡Los ataques terminarán!", alardeó en la red social.
Además, Trump brindó un apoyo explícito a la Asociación del Rifle (NRA), el lobby pro armamentista que es foco de una tormenta de cuestionamientos por defender la libre venta de armas y que le adjudica la responsabilidad de los tiroteos al Partido Demócrata y a las fallas del Buró Federal de Investigación (FBI) que no logra anticiparse a los ataques.
Estos "patriotas y grandes personas", como los definió Trump, coincidieron en varios de los argumentos esbozados por la Casa Blanca a la hora de defender la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege el derecho de los ciudadanos de ese país a armarse.