La séptima semana del juicio por el crimen de Paulina Lebbos no es una más. A partir de hoy comenzará a resolverse la situación de la mayoría de los acusados por encubrimiento, ya que los testigos convocados hablarán sobre el hallazgo del cuerpo de la joven y sobre las presuntas irregularidades que se cometieron en ese lugar.
“Ahora empieza el juicio. Y creo que el testimonio de algunas personas definirá la situación procesal de cada uno de los imputados”, advirtió Carlos Posse, defensor de Hugo Rodríguez, uno de los acusados por encubrimiento.
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Esta etapa del juicio tiene un antecedente concreto: en diciembre de 2013, un tribunal integrado por Carlos Caramuti, Dante Ibáñez (ambos magistrados también componen ahora el tribunal del Caso Lebbos) y Emilio Páez de la Torre condenaron al comisario Enrique García (jefe de la comisaría de Raco) a cinco años de prisión. A la vez, sentenciaron a Manuel Yapura a cuatro años, y a Roberto Lencina a dos años, por haber falsificado las actas del procedimiento del hallazgo del cuerpo de Paulina. Ahora que han sido declarados culpables, hay expectativa de que los condenados puedan aportar nuevos datos. Antes de ser sentenciados en 2013, no estaban obligados a hacerlo porque ello podría haber implicado autoincriminarse o, en su defecto, podría haber perjudicado a terceros.
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“Empieza una nueva etapa del debate y se van a conocer datos relevantes para acreditar o no el encubrimiento y, en su caso, quiénes fueron los partícipes”, explicó Macario Santamarina, defensor de Roberto Luis Gómez, el único imputado por el asesinato.
Los citados
Los hermanos Sergio y Marcelo Goitea serán los primeros en declarar. Ellos dirán cómo encontraron el cuerpo y qué pasó después. Una pregunta determinante consistirá en si fueron amenazados para que no dijeran que ellos habían dado con el cadáver. Si es así, los interrogarán acerca de quién o quiénes los intimidaron.
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También darán explicaciones por escrito en esta etapa -las normas así lo disponen- los fiscales Alejandro Noguera y Adriana Reinoso Cuello, quienes contarán cómo se enteraron del hallazgo. Por último, Noguera debería confirmar o descartar si recibió algún tipo de presión durante la instrucción.
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“El tribunal hizo mal las cosas: García debería declarar primero. Él puede decir todo lo que sucedió allí. Incluso, si tuvo intenciones de quedarse con la recompensa, aprovechándose de que los hermanos Goitea son analfabetos”, concluyó Gustavo Morales, defensor del ex secretario de Seguridad, Eduardo di Lella.
Los imputados por encubrimiento
Eduardo di Lella, ex secretario de Seguridad
Fue la primera autoridad en llegar al lugar donde hallaron el cuerpo. Lo acusan de haber intentado retirar el cadáver sin autorización judicial.
Hugo Sánchez, ex jefe de Policía
Dijo que sólo transmitió las órdenes que le dio el fiscal Alejandro Noguera al comisario Héctor Brito, jefe de la Unidad Regional Norte; y que Brito se habría encargado de todo.
Nicolás Barrera, ex subjefe de Policía
Indicó que fue el último en llegar y que no tuvo ninguna injerencia en la organización del trabajo de los peritos. Agregó que el comisario García era el responsable de todo.
Héctor Brito, ex jefe de la Unidad Regional Norte
Aseveró que le dio todas las instrucciones al comisario García para que se hiciera cargo de la preservación del cuerpo de Paulina.
Hugo Rodríguez, policía retirado
Avisó a la comisaría de Raco del hallazgo del cuerpo. Dijo que lo amenazaron para que firmara el acta falsa y para que dijera que al cadáver lo había encontrado la fuerza.