La instalación de un circo en Famaillá causó un “festival” de acusaciones y versiones cruzadas. Hugo Alberto Allende, propietario del espectáculo itinerante, denunció a Damián Berta, secretario de Hacienda municipal, por un supuesto pedido de coimas de $ 100.000 para poder funcionar en la ciudad. En la presentación policial, Allende también apuntó contra otro funcionario de la Municipalidad, Américo Ávalos, por su presunta actuación irregular en los trámites de autorización. Pese a ser clausurado, el circo “Fox’s”, instalado en el acceso norte de la ciudad, frente al Complejo Histórico Cultural del Bicentenario, finalmente funcionó el fin de semana pasado.
De acuerdo a las declaraciones del empresario, las controversias surgieron por un supuesto enfrentamiento entre la intendenta Patricia Lizárraga y su ex pareja, el legislador provincial Juan Enrique Orellana. Según explicó el presunto damnificado, la jefa municipal había autorizado el 20 de marzo el corte de césped y la conexión de agua del predio, perteneciente a la empresa Tensolite S.A. Sin embargo, las “trabas” del municipio habrían empezado luego de que Lizárraga tomara conocimiento de que Orellana había gestionado -según Allende- la facilitación del terreno para la instalación del circo. “Esta situación es infantil. Esto no se clausura a menos que incumpla con las reglas de seguridad, da vergüenza. Es aberrante que la señora intendenta tome represalias contra nosotros, que no tenemos nada que ver”, reprochó el propietario de “Fox’s”.
En su versión a la Policía, Allende relató que Esteban Bastía Rivero, representante del circo, solicitó el miércoles 21 y el jueves 22 la autorización a la Municipalidad para instalarse en ese sitio de la ruta 38. Sin justificación, aseguró que fue negada en las dos ocasiones y que Berta (su nombre es Damián pero en la denuncia figura como Sebastián) le pidió la suma de $ 100.000 “para arreglar”. Según el empresario, el viernes por la mañana fue aceptada la autorización, pero la Municipalidad perdió el expediente. Ese mismo día, un inspector labró un acta de multa y de clausura. Además, el empresario afirmó que se vieron afectados por un corte en el suministro de agua. De todos modos, ofrecieron sus funciones sábado y domingo.
Versiones cruzadas
“Niego terminantemente lo que dice esta persona (por Allende). La Justicia no me notificó nada. En esa denuncia, no sé si adrede, está mal puesto mi nombre”, se defendió Berta en diálogo con LA GACETA. Según las afirmaciones del secretario de Hacienda, el mismo viernes, día en el que iban a empezar las funciones, fue solicitada la habilitación del espectáculo. “Esa documentación lleva tiempo, nosotros tenemos que asegurarnos que todo esté en regla. Ellos actuaron en la ilegalidad, pensaron que por ese tipo de influencias (en referencia a la intervención de Orellana) iban a saltear pasos. No cumplieron con la reglamentación y en su enojo ensuciaron mi buen nombre y honor”, expresó el funcionario.
Ayer, el Concejo Deliberante de Famaillá recibió a Allende, quien manifestó su postura y aportó documentación ante los ediles. Luego, el cuerpo vecinal votó una resolución en la que solicita a la intendencia la emisión de los permisos para habilitar el circo. “Vimos los papeles y están en regla. El municipio tiene la obligación de permitir trabajar a un comerciante”, contó Julio Zavala, concejal peronista ligado a los mellizos Orellana. “Hay una enemistad que no debería existir. Si pretendemos que somos dueños de la ciudad, estamos equivocados”, reflexionó Zavala.