ASUNCIÓN.- El candidato conservador Mario Abdo Benítez, un joven político vinculado por su familia a la última dictadura, ganó ayer las elecciones presidenciales de Paraguay con su promesa de mantener el rumbo económico y atraer más inversiones.
Abdo, del gobernante Partido Colorado y que llegó como favorito a los comicios, lograba el 46,7% de los votos frente al 42,6% de su principal rival, Efraín Alegre, de la alianza opositora de centroizquierda, con poco más del 91% de las mesas computadas según el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), al cierre de esta edición.
Las cifras confirman la tendencia de encuestas a boca de urna difundidas por medios paraguayos, que daban al conservador como ganador, aunque con una ventaja mucho menor que la proyectada.
Abdo, hijo del secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, que gobernó Paraguay durante 35 años hasta 1989, venció en la interna a la poderosa corriente del actual mandatario, Horacio Cartes.
“Voy a liderar un gran proceso de diálogo nacional”, anticipó Abdo, de 46 años, a los periodistas, en el inicio de la jornada electoral, poco antes de votar para luego ir a visitar la tumba de su padre.
Aunque no hubo grandes diferencias en las propuestas macroeconómicas entre los principales candidatos, Abdo representa la continuidad y propone tributos bajos y exenciones para estimular la inversión extranjera y la producción del agro del país, cuarto exportador mundial de soja.
El ex senador educado en Estados Unidos y conocido como “Marito” también ha dicho que quiere tender lazos con China sin comprometer su vínculo diplomático con Taiwán.
En la sede del Partido Colorado, los festejos ya habían comenzado. Partidarios de Abdo agitaban banderas rojas y sus seguidores bailaban en la calle frente al edificio.
Unos 4.2 millones de paraguayos estaban habilitados para votar, en comicios que renovarán también 45 escaños del Senado, 80 de la Cámara de Diputados y 17 gobiernos regionales. El presidente asumirá el cargo el 15 de agosto. (Reuters y DPA)