DOS FUNCIONES
• A las 22 y a las 22.45, en Sala Ross (Laprida 135).
Diego Bernachi dirigió hace ocho años “Monotonía (viceversa)”. De esa labor se desprende “Sequedad (la síntesis de la monotonía)”, que aborda parte del universo planteado por Federico García Lorca, concentrado sólo en dos personajes a cargo de Verónica Kempf y César Romero.
La puesta se verá hoy en Sala Ross con funciones gratuitas por un subsidio del Instituto Nacional de Teatro y ante la crisis económica actual; luego continuará en escena este mes, ya con entrada paga. “La obra dura 20 minutos, ya que por su intensidad no soportaría más tiempo”, adelanta Bernachi. “No usamos las luces de la sala. El público será el encargado de iluminar; así abrimos una puerta para que el espectador aporte su dramaturgia y, a la vez, disminuimos el gasto de electricidad. Es una decisión estética e ideológica”, agrega.
“Buceamos en temáticas que son universales pero que Lorca las trata de un modo tan peculiar que se vuelven casi únicas en su obra literaria. Me gusta la influencia de su tierra en el abordaje que hace de los temas que utiliza para generar las situaciones; yo busco lo mismo pero dejándome impregnar de nuestro país, de Tucumán y, especialmente, del ingenio La Florida, el pueblo en el que me crié y viví muchos años”, señala el director.
A la hora de enumerar el listado argumentativo, señala el lugar de la mujer y del hombre en la sociedad, las cuestiones relacionadas con el amor y con el deseo, y las imposiciones sociales.
“Hoy cobran un significado mucho más fuerte que años atrás, como consecuencia de las distintas luchas que existen actualmente en el mundo, sobre todo en la Argentina. Ahora trabajo sobre Mario y María, que podrían equipararse a Leonardo y su esposa de ‘Bodas de sangre’ y a Yerma y a Juan de ‘Yerma’, y quizás también hay algo de ‘La casa de Bernarda Alba’ rondando. La decisión de acotarlo a estos dos personajes responde al deseo de retomar aquel trabajo que tanto nos gustó hacer y nos juntamos con los que teníamos más disponibilidad para trabajar”, detalla. Sin embargo, aclara: “haber retornado a aquel trabajo nos puso en un lugar diferente al que ocupábamos cuando empezamos los ensayos hace una década; hay un volver a las raíces, al origen pero para encontrarnos con algo diferente”.
La presencia lorquiana en Tucumán se duplica con “Yerma” por el Teatro Estable. “No relaciono en absoluto ambos trabajos; seguramente nuestras obras se diferencian mucho y el circuito en el que se desarrolla cada una es diferente, así como el modo de producción, las actuaciones, la estética, la poética y el universo simbólico que cada una genera”, advierte Bernachi.