Nadie sabe cuál es el secreto de un éxito, en ningún plano de la vida. Menos aún en lo artístico, donde las variantes que se manejan son numerosas, tanto internas (la propuesta estética por ejemplo) como externas (la elección del público de ir a ver una obra teatral en vez de otra). Por este motivo, “TOC TOC” es una excepción en cuanto a salas llenas y respuesta de la gente, que atraviesa todas las épocas e ignora las crisis en las taquillas.
La comedia del francés Laurent Baffie retorna hoy a Tucumán, como todos los años desde que comenzó su gira por el interior del país el 26 de junio de 2013, con dos funciones en el teatro Alberdi. Cada visita tiene novedades en un elenco que va cambiando constantemente en alguno de sus integrantes. Esta vez, cada uno con su Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), repetirán visita Ernesto Claudio, Lara Ruiz, Martín Salazar, Sabrina Carballo Diego Freigedo y Gabriela Licht y se sumará Luciana Dulitzky, dirigidos por Lía Jelin.
“Esta obra es un fenómeno, y me llena de orgullo formar parte de ella porque ya integra la historia del teatro argentino. Batió todos los récords, ya superó a ‘Brujas’ y a Enrique Pinti. Uno está acostumbrado a remarla, porque más allá de que haya buenos libros y buenos elencos, no siempre te va bien; así que el hecho de que acá se compagine todo es genial. Subirte a un éxito te da tranquilidad y, al mismo tiempo, mucha responsabilidad”, afirma Carballo, una de las reincidentes en la escala tucumana.
- ¿Cuál es el secreto de la repercusión de “TOC TOC”?
- No sé de qué depende, no conozco cómo se construye un éxito, porque si no seríamos todos felices, empezando por los productores. No siempre funcionan las buenas obras; “TOC TOC” es una excepción también en eso, porque es una gran obra, lo que te da mucho placer. Trabajar de lo que te gusta y que te paguen por ello es un privilegio en este país.
- Antes, si no iba gente a la sala, simplemente se le echaba la culpa a algún partido de fútbol...
- Sí, siempre nos pasaba eso. Decíamos que jugaba Argentina o que estaba Susana Giménez o Ricardo Darín en el teatro de enfrente. Hoy está todo muy raro: a veces ni siquiera influye la trayectoria sino la cantidad de seguidores en las redes sociales para protagonizar una ficción en la televisión. Pero la gente siempre tiene el poder de elegir y que lo haga yendo al teatro en vez de estar comprando dólares significa que todavía tiene esperanzas y ganas de pasarla bien. Por eso, hay quien vio varias veces “TOC TOC”, y no porque no la entienda sino por cómo la disfruta, la pasa bien y se ríe. Hay mucha identificación del público con la obra, aunque sea en algún momento. También habla mucho de la solidaridad.
- Hablabas de que te impone responsabilidad estar en una obra como esta.
- Sabés que las compañías que te precedieron lo hicieron increíblemente y que tenés que igualarlas o mejorarlas. Hace dos años que estoy con esta obra y desde el primer día te sentís en deuda y te esforzás en no fallar.
- ¿Cuál es tu primer consejo a alguien que quiera hacer teatro?
- Que estudie primero, que sea buena gente y que luego haga una cuenta en Instagram (ríe). En serio, no sé qué está pasando, pero estoy segura de que estudiar es fundamental. Si te llega una oportunidad, sea como sea, vas a estar preparado para aprovecharla.
- Tu personaje es Liliana, que tiene el TOC de repetir la última frase que dijo quien la antecedió. ¿Investigaste sobre ese trastorno?
- Es el menos común y el más particular de los TOC. Tuve que agilizar mucho mi memoria y me costó porque soy dispersa y me gusta improvisar. Es uno de los personajes que más me complicó hacer. Ahora soy un relojito y estoy muy atenta a lo que dice mi compañero, porque si se equivoca en el texto o patina al decirlo, tengo que repetirlo exactamente. Hacer de Liliana requiere mucha concentración.
- ¿Cómo inciden los constantes cambios de elenco?
- Siempre es un cimbronazo al comienzo, pero está bueno porque corta la rutina y te hace volver a empezar, y con más ganas para que no se robotice todo. A veces me pasa que me aburre hacer todas las semanas lo mismo, pero los cambios refrescan y te permiten variar.
DOS FUNCIONES
• A las 19 y a las 21 en el teatro Alberdi (Jujuy y Crisóstomo Álvarez).