El hombre que convirtió a España en campeona del mundo con su gol en la final del Mundial de Sudáfrica 2010, y que además estará en Rusia, Andrés Iniesta se despidió ayer de Barcelona. Se marchó tras 22 años de carrera en el “culé” y de formar una de las mejores sociedades del fútbol mundial con Lionel Messi, con quien se fundió en un abrazo con uno de sus grandes amigos. “Ha sido un orgullo y un placer defender y representar este escudo, para mí el mejor del mundo”, dijo el “Cerebro”.