Cero sonrisas, lo que es habitual en sus encuentros con la prensa. Máximo cuidado de las palabras. Numerosos eufemismos para contestar -o no- las pocas preguntas incómodas que recibió. El Jorge Sampaoli que apareció ayer, a las 19 en punto, en el estadio de San Petersburgo fue un hombre preocupado. Ni una palabra de lo que instalaron varios medios: ¿son los jugadores los que arman el equipo? Ese tema ni siquiera se rozó. Hermetismo al momento de revelar una alineación que es un secreto a voces. Algún margen para la victimización. Y la voluntad de expresar un mensaje optimista entre tanto ruido.
El DT intentó aclarar algunos puntos y no siempre lo logró. Y lo llamativo fue haber sentado a su lado a Franco Armani para subrayar, en algún momento, que no es seguro que vaya a ser titular. “No puedo dar la formación porque todavía no se la comuniqué a los futbolistas”, esgrimió.
Al cabo de un fin de semana incendiario e incendiado, se esperaba la palabra de Sampaoli con más avidez que la acostumbrada. Sobre todo, sus opiniones sobre las versiones que dan por segura una rebelión del plantel y la pérdida de su poder real. “No puedo hablar de cosas que desconozco y no existen -sostuvo-. Lo que se dice en el mundo virtual no me genera nada, trato de no mezclarme. Pero hay una realidad inmodificable y es que Argentina no ganó y se complicó. Lo que tengo que hacer es trabajar de manera real, convencido de que se escribirá una nueva historia”.
Sampaoli no participará en el “mundo virtual”, pero confesó: “te hacen sentir un delincuente o una persona descartable en la derrota. Pero si yo me involucrara en eso tendría que dejar la profesión”.
Puertas adentro
El DT ratificó la existencia de esa reunión en la que, según lo revelado por el propio Mascherano, el plantel le transmitió sus inquietudes. “Lo que se habló con ellos fue privado y frontal. No lo haría público nunca”, remarcó, y completó: “durante toda mi carrera aprendí cosas de los jugadores y siempre los consulto para mejorar. En el mundo real se hablan las cosas de frente, por el bien del escudo”. “Pasa en todo el mundo -agregó-; el fútbol es una pasión que repercute mucho, a veces se generan comentarios y no se sabe qué es real, qué es mentira”.
Entonces, ¿cómo será el duelo con Nigeria? “Es un partido que se juega con el corazón -opinó-. El equipo está decidido a ganar y a lograr la clasificación. Para nosotros empieza el Mundial. Van a ver la mejor versión de Argentina. Es la primera de cinco finales que tenemos que jugar para intentar ganar el título”.
La pelota siempre al 10
En ese tramo orientado a apuntalar la ilusión de los de adentro y de los de afuera, Sampaoli también auguró una mejor producción de Messi. En especial, explicó, porque trabajarán para que le llegue más la pelota. Eso sí, no había anunciado la formación pero indicó que si les tocara jugar a los históricos sería porque se trata de un momento delicado. “Y es lógico que lo afronten jugadores de experiencia”, recalcó. Más claro…