John Obi Mikel ya amargó alguna vez a Lionel Messi. Sucedió hace seis años. El nigeriano jugaba en Chelsea, y el conjunto inglés dejó en el camino a Barcelona en una semifinal de Liga de Campeones en la que, encima, el rosarino erró un penal. Esta tarde, el capitán de las “Águilas Verdes” espera que la historia se repita en el Mundial de Rusia.
Mikel tiene ya 31 años. Juega en Tianjin Teda, de China, y se encuentra, posiblemente, en la fase final de su carrera. Sin embargo, su posición dentro del campo sigue siendo motivo de un gran debate.
El volante ofensivo
Durante dos años, Mikel se desempeñó de volante ofensivo en el esquema del director técnico de Nigeria, Gernot Rohr. Así ocurrió durante la clasificación para Rusia 2018, y también en la derrota de los africanos por 2-0 en el debut mundialista ante Croacia. Esto generó varios cuestionamientos; entre ellos del entrenador de Manchester United, José Mourinho. “Nigeria perdió un buen 6 para ganar un mal 10”, criticó el portugués, que había dirigido al nigeriano en sus primeros años en Chelsea.
Ante Islandia, Mikel volvió a jugar algo más retrasado, lo que permitió el ingreso de Ahmed Musa, que se despachó con los dos goles del triunfo ante los “Vikingos”. Y a juzgar por los resultados, Mikel jugará una vez más en esa posición hoy ante Argentina en San Petersburgo, un partido clave para ambos equipos en el Mundial.
“No fue sencillo convencerlos. Pero comprendieron que debía hacer un esfuerzo por su país y por el equipo”, describió Rohr su tarea con Mikel y también con el estelar Victor Moses, otro que debió adaptarse al esquema que propone el técnico alemán de Nigeria.
Mikel ya no tiene la misma clase que cuando jugaba en Chelsea; pero durante muchos años estuvo llamado a ser una de las grandes figuras del fútbol nigeriano. Incluso al mismo nivel -o incluso mejor- que el ex volante Jay-Jay Okocha.
Pero muchos en el país africano acusan a Mourinho de haber frenado su progresión y su talento, al hacerlo jugar en una posición más defensiva de lo que sugería su talento.
Aunque el propio Okocha consideró que el 10 no debería ser para Mikel, sino para Alex Iwobi. De todos modos, su comentario no es inocente, porque Iwobi es su sobrino.
Unos metros para atrás
Hoy, en cualquier caso, parece que Mikel encontró su posición al jugar más retrasado en la selección. El equipo funcionó ante Islandia y el capitán deberá trabajar para dar equilibrio al combinado africano frente a la Argentina, a pesar de que jugará con una férula por una fractura en la mano.
“Podemos hacer grandes cosas en Rusia. Debemos mantener la humildad y la disciplina”, sostuvo Mikel, antes de comenzar el torneo, en el que Nigeria espera vencer por primera vez a la selección “albiceleste” en una Copa del Mundo y acceder, por cuarta vez en su historia, a octavos de final.
En el duelo ante Argentina en Brasil 2014, Mikel jugó ya como volante defensivo. Pero entonces, el jugador nacido en Jos -zona central de Nigeria- no tuvo mucho éxito en frenar a un Messi que anotó dos goles en la victoria por 3-2 de Argentina.
Esta tarde, en el partido que podría marcar el adiós del astro de Barcelona de la Selección, Mikel buscará que se repita la historia de aquella Liga de Campeones de 2012.