El Gobierno argentino consiguió ayer frenar el derrumbe del peso con una multimillonaria intervención en el mercado de divisas en un clima de tensa calma que signó la jornada con múltiples reuniones para delinear las medidas de ajuste fiscal que anunciará el lunes, antes de reunirse con el FMI.

El dólar cerró ayer a $ 37,40, según la cotización del Banco Nación estatal, aunque en entidades privadas la cotización fue más alta. Esto representó un descenso del 2% frente al récord de $ 38,40 alcanzado el jueves, en una de las crisis más profundas que atravesó el Gobierno de Mauricio Macri desde su asunción a fines de 2015 y que lo llevó a elevar los tipos de interés de un 45% a un 60% en un intento por sostener la divisa argentina en medio de la desconfianza de los mercados.

Las subastas de U$S 250 millones del Banco Central de la República Argentina (BCRA) para abastecer la demanda y la ratificación del apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) desde Washington calmaron los mercados y permitieron un retroceso de la divisa norteamericana.

El peso cerró sin embargo su peor mes de la era macrista, en el que se depreció un 33,4%. La moneda argentina acumula en tanto una devaluación de 99,7% desde inicios de año.

En tanto, la Bolsa de Buenos Aires registró un fuerte rebote luego de las caídas anotadas en las últimas ruedas y su principal índice, el Merval, subió ayer un 9,49% al cerrar en 29.293,52 puntos. Macri estuvo gran parte de la jornada reunido con sus ministros en la residencia oficial de Olivos, en las afueras de Buenos Aires, donde estuvo delineando las medidas de ajuste fiscal en medio de gran hermetismo.

“Resulta crucial y urgente que las autoridades adopten decididas medidas económicas y otorguen señales políticas que vislumbren la capacidad de acelerar la convergencia fiscal, así como clarificar el programa financiero, a fin de revertir la peligrosa escalada del riesgo país, la cual aleja cada vez más el objetivo de poder recuperar el crédito externo voluntario”, señaló a LA GACETA Gustavo Ber, titular del Estudio Ber.

En este sentido el experto ratificó: “a nivel cambiario, las sucesivas subastas anunciadas por el BCRA desde temprano están permitiendo al dólar mayorista tomarse un respiro, a la espera de los próximos anuncios económicos, tras la vertiginosa y caótica disparada que venía experimentando, con los operadores muy atentos a cómo seguirán las intervenciones tras la reunión con el FMI”.

Confirmación

La directora gerente del organismo multilateral, Christine Lagarde, confirmó ayer que recibirá el martes al ministro de Hacienda y Finanzas de Argentina, Nicolás Dujovne, para avanzar en el cobro adelantado del crédito pedido por Buenos Aires para garantizar el cumplimiento de los compromisos finacieros durante 2019. “Nuestro objetivo es concluir rápidamente estas conversaciones y presentar el plan económico revisado al Directorio Ejecutivo del FMI”, manifestó el portavoz principal del FMI, Gerry Rice, al anunciar el encuentro de la semana que viene en Washington. “El personal del FMI y las autoridades argentinas han estado trabajando estrechamente para fortalecer el acuerdo respaldado por el FMI a la luz de la reciente evolución de los mercados”, dijo.

En tanto, crece la tensión social en Argentina, donde se teme que la devaluación impacte rápidamente en los precios locales, ya que desde el combustible hasta materias primas de alimentos suelen regir sus valores de acuerdo al dólar, y esto acelere aún más la inflación en una economía al borde de entrar oficialmente en recesión.

Los números

En los primeros siete meses del año los precios subieron casi un 20% y los analistas estiman que superará el 30% o el 35% a nivel anual, muy lejos de la meta inicial del 15% que había fijado el Gobierno para todo el 2018.

Los economistas buscaron en tanto llevar tranquilidad acerca de que no habría por ahora un riesgo de crisis bancaria, como la que en 2001 llevó a un “corralito” financiero, ya que las entidades financieras tienen hoy una base mucho más sólida y no se registra una salida de depósitos.

Pero los efectos del ajuste y la política económica de Macri generan rechazo en las centrales obreras, que anunciaron una huelga general para el 25 de septiembre.

La disparada del dólar está teniendo en tanto consecuencias en el abastecimiento de mercadería en supermercados, dado que fabricantes y mayoristas no tienen precios de referencia, según denunció ayer Yolanda Durán, presidenta de la Cámara de Supermercados Chinos.

Por su parte, Fernando Izzo de ABC Cambios afirmó: “con la colocación acertada de dólares de ayer por licitación, que descomprimió a los compradores con sólo U$S 250 millones, el Banco Central logró calmar la demanda del mercado y la recuperación del peso en cierta medida”.

Esta mayor tranquilidad se trasladó a la plaza minorista, donde el dólar promedio cerró a $ 38, según surge del relevamiento del BCRA en las pizarras de las principales entidades que operan en la City porteña.