BUENOS AIRES, (Andrés Burgo, especial para LG Deportiva).- El partido ya había terminado hacía media hora y en la cancha de Temperley sólo quedaban los hinchas de Atlético esperando que la policía los dejara salir -una vez que la gente de Newell’s se hubiese alejado definitivamente-, pero Guillermo Acosta continuaba enojado con el arbitro Germán Delfino.
“Con los árbitros tenemos algo especial… nos toca cada uno… es medio raro”, arrancó el “Bebé” su contacto con la prensa, seguramente con el recuerdo todavía fresco del penal que Fernando Espinoza cobró a favor de Defensa y Justicia, por la fecha 2 de la Superliga. La polémica de ayer fue la primera amonestación que recibió Mathías Abero, a los 13 minutos, luego determinante para su expulsión, a los 33’, todavía del primer tiempo. “El 5 de ellos (por Hernán Bernardello) pegó toda la tarde”, agregó Acosta. Consultado por LG Deportiva, Abero dijo no entender la amonestación original, cuando quedó enmarañado en un forcejo iniciado por el delantero Luis Leal, que incluyó una toma de yudo del portugués. “Yo no hice nada. De hecho el árbitro cobró falta en contra mío. (Leal) me empujó y de repente me amonestaron. Fue raro”, respondió el lateral.
La presencia de Delfino no suele ser favorable para el “Decano”: según la cuenta de Twitter @HistoriaTucumán, Atlético ganó un partido, empató 3 (incluido el de ayer) y perdió 7 bajo la conducción de Delfino.
Respecto a la definición del encuentro, Juan Mercier no buscó culpables. “Los penales son una lotería, por eso ellos son los justos ganadores”, señaló. Atlético no perdía una definición por penales desde 2005, ante Luján de Cuyo, cuando cayó 4-2 por la reválida del Clausura del Argentino A.